Liliana Suárez reconoce avances en Chihuahua, pero todavía falta mucho por hacer.
Chihuahua, Chih.– Con un mensaje que sacude conciencias, Liliana Suárez Carreón, presidenta del Comité Paralímpico Mexicano, dejó claro que el mayor obstáculo para que las infancias con discapacidad accedan al deporte no está en las canchas, ni en el presupuesto, sino muchas veces en casa.
“Creo que la primera barrera con la que nos hemos enfrentado de manera muy frecuente es que el papá tiene miedo sacar a su hijo. Su hijo no tiene miedo, su hijo necesita una oportunidad,”, expresó durante su participación en la Cumbre Latinoamericana de Ciudades por el Deporte y el Desarrollo, celebrada en la capital del estado.
Suárez subrayó que una de las líneas de acción más urgentes es la sensibilización de las familias. Afirmó que los niños con discapacidad ya tienen la motivación, lo que falta es abrirles el camino. “Vamos a trabajar muy fuerte, yo me comprometo con el director a trabajar, pues, todo el tema de difusión para que ellos se acerquen, para que ellos vean y poder crear espacios accesibles”, declaró.
Además de las barreras emocionales, Suárez Carreón habló de las limitantes geográficas y estructurales que impiden la participación plena: “Generalmente los centros deportivos están focalizados al centro de la ciudad, a veces, cuando las colonias están un poquito más alejadas, pues les representa un poco de trabajo poder acercarse”.
Reconoció los esfuerzos del Gobierno Municipal de Chihuahua al contar con un área de deporte adaptado, algo que no existe en todos los municipios del país. “Yo festejo y felicito al presidente municipal y al director de deporte por visualizar y por ver que tengamos y que tengan los chicos aquí un área para poder practicar una disciplina deportiva”, dijo.
Finalmente, insistió en que hablar de deporte adaptado no se trata solo de competencias ni medallas, sino de inclusión: “Creo que independientemente de hablar de medallas, es hablar de inclusión”.
El llamado fue claro: hay que derribar las barreras, empezando por las que no se ven.
