Tensión y polémica en la elección del secretario delegacional de la D-II-20 en la Sección 42

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Por: Profesor Juan Carlos Terrazas Flores

Un ambiente tenso y lleno de inconformidades marcó la reciente elección del Secretario Delegacional en la delegación D-II-20 de la Sección 42 del SNTE. Lo que debió ser una jornada de unidad y democracia se transformó en un escenario de reclamos, errores administrativos y enfrentamientos verbales entre los participantes.

La contienda, organizada por integrantes del Comité de la Sección 42, entre ellos Manuel Germán Soto Román, secretario de Trabajo y Conflictos de Secundaria; Rosa Isela Urbina Valenzuela, secretaria de Asuntos de Jubilados y Pensionados; y el profesor Saúl Moya Delgado, se vio empañada por irregularidades durante el conteo de votos.

Durante el escrutinio, se detectaron inconsistencias en las boletas. Un voto apareció con el nombre «NOHEMI», el cual no corresponde a ninguna persona en la escuela, y otro con el nombre incompleto «Noe», el cual, según testigos, debía contarse a favor de la maestra Nohelia Vargas Carrasco. Sin embargo, este último fue anulado por omitir una letra, desatando la controversia.

La situación se agravó cuando se reveló que dos votos a favor de la profesora Coryna Bañuelos, candidata a secretaria delegacional, también presentaban errores ortográficos. Con estos antecedentes, el resultado quedó 28 votos a favor de la planilla PROSEA y 27 para UNIDOS PARA SERVIR, con el voto nulo de «Noe» generando un virtual empate técnico.

Los integrantes del comité intentaron buscar orientación externa realizando llamadas para definir los pasos a seguir; sin embargo, al regresar se encontraron con el descontento del personal presente, ya que el veredicto favorecía a PROSEA sin considerar adecuadamente las quejas de la planilla contraria.

Manuel Germán Soto Román y sus acompañantes reaccionaron con molestia, argumentando que no se repetiría la votación debido al tiempo transcurrido, el calor y la incomodidad del lugar, lo que generó más tensiones. Las declaraciones de Soto, carentes de fundamentos legales claros según asistentes, fueron criticadas por su prepotencia y por dejar sin respuesta válida las dudas del personal, que se sintió dividido e ignorado.

La falta de claridad en los estatutos y la nula ejemplificación de situaciones similares dejaron al comité sin argumentos sólidos, lo que obligará a repetir el proceso electoral.

Además, los asistentes señalaron que tampoco se respetó el principio de mayoría y representación proporcional, como lo establecen los estatutos del SNTE, lo que agravó aún más la inconformidad entre los participantes. Esta omisión generó un sentimiento de injusticia y falta de legitimidad en los resultados anunciados.