Denuncia cese injustificado maestra de Primaria de Baqueteros, El Tule, por resultar incómoda para encargado de dirección y supervisor tras reportar presuntas irregularidades; escuela lleva un mes cerrada, mamás piden su reinstalación

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La maestra Jacqueline Ruiz denunció que desde el pasado 14 de mayo fue víctima de un cese injustificado como docente de la escuela primaria bidocente de la comunidad de Baqueteros, Municipio de El Tule, para el cual le habrían fabricado una «incapacidad apócrifa», la cual nunca le mostraron y haberse cerrado su caso en un plazo de una semana, sin darle oportunidad a defenderse, todo, asegura por resultar incómoda para el encargado de dirección y el supervisor de la zona por denunciar y sacar a la luz presuntas irregularidades en el manejo recursos, uso de actas de niños de Estados Unidos, falsificación de firmas,…La maestra obtuvo una suspensión provisional de un Juzgado de Distrito, misma que asegura que las autoridades habrían incumplido, y como consecuencia de ello desde hace un mes las madres de familia mantienen cerrada la escuela, exigiendo la reinstalación de la maestra, asegurando que si no es así moverán a sus hijos a la escuela de la comunidad de Juan Mendoza, como ya hicieron desde años antes otras mamás inconformes con el actuar del encargado de dirección. La afectada lamentó que durante todo este mes no haya habido un acompañamiento y una defensa real de parte de su sindicato, la Sección 42 del SNTE, y compartió que, tras ponerlo al corriente este pasado lunes en Parral, el secretario general Manuel Quiroz Carbajal se mostró molesto por esa supuesta falta de defensa y se comprometió a tenerle una respuesta esta misma semana.

En entrevista telefónica, la maestra inició señalando que llegó a la escuela de Baqueteros en agosto iniciando el ciclo 2024-2025 a través de proceso oficial de la USICAMM (fue de las que tuvo que realizar hasta dos veces el examen de Admisión por ser de la generación que ingresó en 2020 en plena pandemia de COVID-19, quedando en lugares destacados).

Asegura que «nunca había llegado a una escuela tan destruida (…) empiezo a buscar qué pasa, por qué la escuela está destruida, no hay recursos, hay que gestionar. Y me dicen las mamás, ‘No, mija, es que recursos sí hay’. Recursos sí hay, dicen, porque llegó lo de La Escuela Es Nuestra, se llama el programa federal y se hizo como 250.000 pesos».

Entonces, apuntó, le preguntó al otro profesor, encargado de dirección, Erick Jácquez, y le pregunta «Profe, ¿qué pasó? Por qué no hay dinero si el año pasado llegaron 250 mil pesos y no se hizo nada, ¿dónde está el dinero? No, que la maestra se lo robó, la maestra del año pasado, la que estaba en mi lugar el año pasado. Y me comunico yo con la maestra, la busqué, le digo, ‘Oye, maestra, pues es que fíjate que si tú tienes el dinero, necesito que nos lo regrese». Y me dice, ‘No, maestra, yo no lo tengo. Hay que reunirnos’, dice, ‘para explicarte todo’.Ya nos reunimos, me explica que sufrió acoso laboral por parte del profesor y del supervisor (Rafael Villalobos Sánchez) culpándola de ese robo, más ella con pruebas en su mano me dijo: ‘Mira, aquí está donde el profe (encargado de dirección) se hizo responsable de todo el dinero, presentó notas falsas y alteró las facturas, etcétera, etcétera».

Jacqueline Ruiz agregó que entonces organizó una junta con padres de familia y les informó de la situación, les mostró en una proyección las facturas que le entregó la anterior maestra y les dijo que le pidieran explicaciones al profesor ahí presente, quien aseguró que se mantuvo en que no sabía nada.

La maestra refirió que entonces empezó a trabajar en conjunto con la Presidencia Municipal de El Tule para gestionar recursos para sacar a los niños de viaje, ya que había niños que ni siquiera conocían fuera del pueblo, y que fue así como con la ayuda municipal y de Cinépolis los pudo llevar al cine, por ejemplo. «Empezamos a hacer kermeses, empezamos a hacer rifas, todo para para tener recursos en la escuela, pero al profe no le empezó a gustar mi trabajo. ¿Por qué? Pues porque demandaba horas extras, o sea, incluso yo viajaba todos los días a Baqueteros. A veces que me tenía que quedar en la tarde o a veces hay que había que ir fines de semana porque pues las actividades así lo demandaban. Entonces, al profesor no le empezó a gustar trabajar», manifestó.

De igual forma, relató que el profesor le comunicó que iba a tener a su cargo a un niño con síndrome de down, que ella se dio a la tarea de investigar cómo aprenden ellos a leer, escribir, a trabajar con él e hizo un buen equipo con la mamá del pequeño, pero que al buscar al niño en el sistema no le aparecía como inscrito en Tercer grado y que fue entonces cuando el profesor le comentó que era de Cuatro -grupo que le tocaba a él-. «Él lo que hizo fue mentirme para que yo trabajara con el niño y él pues quitarse el problema». Añadió que al informar a la mamá de que hicieran una revocación de grado para que el niño figurara en las listas con ella, la mamá se molestó tanto por al discriminación por parte del maestro que prefirió llevárselo de la escuela.

Jacqueline Ruiz manifestó que la mamá de este niño era la tesorera de la Sociedad de Padres y que pese a ello el profesor no cambió el acta de Sociedad de Padres, y que cuando había que firmar algo y ella le decía que había que buscar a la mamá, él se negaba y «él firmaba por la señora. Pues no me no me empezó a aparecer a mí todo eso porque dije yo no me puedo quedar callada porque voy a ser cómplice de todo. Entonces, como empecé a redactar oficios, a meter quejas y ahí fue donde no les gustó. Ya que el supervisor pues tiene muy buena complicidad con el profesor».

Apuntó que empezó a informar a las mamás que la Sociedad de Padres debía tener un sello, que ellas debían manejar, que también tenían voz y voto en la escuela, «y pues no les gustó que yo les hablara con la verdad a las mamás y que se las alborotara». Poco a poco, prosiguió, las madres fueron contando con más información, se dieron cuenta que sigue siendo la tesorera la mamá del niño que ya se había ido y «empezó a salir a la luz todas las irregularidades».

La maestra señaló que solicitó la dirección de la escuela «para que nadie me esté metiendo el pie porque el profe pues no quiere trabajar y no me deja trabajar tampoco» y que tras recibir el encargo de la dirección «empiezo yo a escarbar más, a ver por qué está baja la matrícula si en el pueblo hay tantos niños, porque nada más vienen tantos aquí a la escuela. Entonces me arrimé con cada uno de los padres de familia que llevan a sus hijos a otro pueblo a la escuela (…) y que le contestaron ‘Mire, maestra, mientras esté el profesor Eric ahí, yo nosotros no vamos a llevar a los niños, pero ¿por qué? ‘porque es un irresponsable, no tiene compromiso con la comunidad, con la escuela, se sale’. Me dijeron, ‘antes de que usted llegara, él se iba, no sé, a las 11 y dejaba a los niños ahí y les decía que a las 12 se van a su casa'». Afirmó que también hubo quien le refirió que en ocasiones llegaban a la escuela y ésta se encontraba cerrada y el profesor no les avisaba de que no iba a abrir. «Y lo tengo, incluso los testimonios me los daban por escrito y firmado los padres de familia», aseveró.

Continuando con su relatoría, la maestra Jacqueline Ruiz afirmó que tuvo que ausentarse del Consejo Técnico Escolar del 28 de marzo por la hospitalización de su hijo, que pensó que no iba a pasar nada, pero que el 13 de mayo el supervisor le mandó un mensaje por WhatsApp informándole que el coordinador de Educación en la Región Sur, Jorge Baca, la citaba en la coordinación el día siguiente al mediodía.

«Asisto. Baca literalmente me encierra en su oficina porque me dijo ‘Pásale’ y yo ingenuamente fui sola ¿por qué? Porque yo pensaba que me iban a dar respuesta a todas las quejas que ya había presentado sobre el proceso. Entonces, fui sola sin representante sindical ni nada. Cuando llego está el representante sindical, Dani, hablando con Baca. Extraño que él ya sabía lo que iba a pasar, pero yo no. Me dice ‘acá, pásale’, entró a su oficina y le da el pase a dos licenciados y les dice ‘ella es la maestra’, pero conmigo no tuvo ninguna atención de que maestra, mira va a pasar eso, nada. Les dijo ‘ella la maestra’ y él se salió y cerró la puerta. Me empiezan a leer mis cese que porque una incapacidad apócrifa y digo ‘pero cómo o sea, muéstrenmela, quiero verla, este dónde está, pues cómo se realizó la investigación, oiga, pues explíquenme. ‘No, pues es que no te podemos decir nada porque ni nosotros sabemos, nada más le solicitamos que nos firme’. No, le dije. Yo no les voy a firmar».

«¿Por qué me están haciendo esto? Aquí viene mano negra, les dije y esto son motivos personales del supervisor y del encargado de dirección. Y dije, no voy a firmar nada, dije, al contrario, voy a hacer uso de la voz y voy a expresar lo que sé para que se llegue a donde tenga que llegar. Expresé todas las irregularidades desde que utilizan actas de niños americanos para tenerlos en la escuela y pedir apoyo económico a nombre de ellos», prosiguió la maestra.

Reportó que acudió a la Comisión Estatal de Derechos Humanos e interpuso denuncias contra el profesor y el supervisor, fue personalmente a Jurídico de la Secretaría de Educación y Deporte en Chihuahua, les pidió que le mostraran la incapacidad de la que le acusan, lo cual no hicieron. Es por ello que piensa que o bien fabricaron esa incapacidad apócrifa o directamente no existe «porque hasta ahorita yo no he visto ese documento. Ellos no sé si lo tengan, si lo hayan fabricado o no, o si solamente es un pretexto».

Manifestó que en ningún momento se le informó de cuánto tiempo era la incapacidad que indebidamente se le estaba atribuyendo. De hecho, refirió que exigió a Jurídico de la SEyD poder ver su expediente y que le contestaron que era imposible porque «tu carpeta ya está cerrada. ¿Cómo que ya va a estar cerrada? Y fui a la semana de que me sacaron. Y que yo sepa, la ley me permite y permite al trabajador 60 días después para defender. O sea, ¿por qué vas a cerrar mi carpeta si ni siquiera sabes si me voy a defender? ‘No, pues ya está cerrada, ya no se va a abrir'». La maestra afirmó que acudió con el subsecretario de Educación Básica, Lorenzo Parga, que le dijo que el caso no había pasado por su escritorio, que no la podía ayudar.

Destacó que interpuso un amparo, que la justicia federal le concedió, y que ello constituye «una prueba del mal proceso que se llevó porque un juez de distrito no te va a aprobar un amparo nomás así», que le otorgan una suspensión que contempla que le tienen que pagar 30 por ciento de su sueldo y seguir prestándole el servicio médico a ella y su hijo. Añadió que el 14 de mayo, día que fue cesada, se le pagó la quincena completa que ya había trabajado, pero que desde entonces, apenas esta quincena del 15 de junio salió un cheque de una quincena, no dos como correspondía, que además se los mandan hasta Chihuahua, obligándola a desplazarse por mil 800 pesos -con lo cual le quedaría mucho menos- y que le negaron la posibilidad de que lo recibiera su padre, que vive en la ciudad. «Considero todo esto ya muy personal. Muy personal porque lo están haciendo por afectarme», denunció.

«No le quisieron dar el cheque, que tengo que ir yo personalmente, porque algo me quieren hacer firmar, estoy segura. Porque cuando yo marco a Pagos me dicen ‘es que aquí sale que tú ya renunciaste, y sale que hasta tu renuncia firmada’. ¿A qué hora? Siendo que yo nunca he firmado nada. No se me ha hablado para decirme si ya me corrieron, ¿verdad? pues ven por tu finiquito, preséntate a la escuela por tus cosas. El supervisor no me ha pedido expedientes de los niños, no me ha pedido nada», aseveró.

Recordó que ante estas situaciones, su sindicato, la Sección 42 del SNTE, tiene la capacidad y la autoridad para defender a los maestros, intervenir y frenar el caso para ejercer la defensa de su agremiado. En este punto, la maestra lamentó la falta de defensa real de sus representantes sindicales.

«Según el profe Dani, la maestra Mayela (Alvídrez), que es la coordinadora del sindicato aquí en la Región Sur, me iba a hablar, que estaba muy preocupada. Esperé la llamada, todo ese día, el 16, nada, no llegó la llamada. Al otro día intenté comunicarme, nada, no pude. Después al tercer día intenté comunicarme, ya me contestó, ‘Soy maestra. «Mire esto y esto, ¿cómo la ve?’, ‘No, que vayas a Chihuahua’. Ahí voy a Chihuahua ,me pasan con la licenciada del sindicato que es la licenciada Coni (Peralta) y ella me dice que le platiqué el caso, se lo platico y me dice que este va a meter mi expediente (…) le vuelvo a hablar días así después para ver qué pasó. Nada, no me contesta», señaló Jacqueline Ruiz.

«Ya no volví a obtener ninguna respuesta del sindicato hasta el día de la votación que me piden el voto para ciertos magistrados. Entonces, me molesté mucho y sí le contesté al señor del sindicato porque era uno de Chihuahua y le dije ¿Sabe qué? Me parece muy sinvergüenza de su parte, así se lo dije con esas palabras, que me esté pidiendo el voto sabiendo que no han hecho nada por mí», lamentó la docente.

Añadió que el sindicato brilló por su ausencia hasta el lunes que salió su nota en un medio de aquella región y que ella fue hasta Parral para abordar al secretario General de la Sección 42 del SNTE, el profesor Manuel Quiroz, quien iba a dialogar con la Asamblea Magisterial Parral y secretarios delegacionales, y le trasladó su situación.

La maestra Jacqueline aseguró que Quiroz estaba «muy enojado que porque él no estaba enterado del caso, que porque el sindicato no había hecho nada», que iban a retomar el caso y que se comprometió a tenerle una respuesta esta misma semana.

A todo esto, la docente refirió que la escuela primaria bidocente de Baqueteros «tiene un mes cerrada porque los padres de familia están exigiendo que me reinstalen en esa escuela, ellos dicen que no quieren ya al profesor que estaba ahí este con ellos», y que ella tomó la decisión de cortar temporalmente la comunicación con las mamás para no interferir en el caso ni en sus decisiones.