Chihuahua, Chih.- El activista de El Barzón, defensor derechohumanista y responsable del área de Desapariciones en el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm), Gabino Gómez, descartó que el secuestro ayer del menonita Juan Knelssen en el Campo 106 del Municipio de Cuauhtémoc esté relacionado con su activismo social y apuntó más bien a la línea de la extorsión por parte de grupos del crimen organizado ya vivida por esta comunidad y Knelssen en concreto previamente al encontrarse enclavados en el límite territorial entre dos cárteles. Asimismo, no dudó en lamentar el clima de inseguridad en la Región Occidente del estado y el hecho de que las desapariciones no sólo parecen mantenerse en los mismos niveles, sino que en ocasiones parecería que incluso se incrementan.
Si bien Juan Knelssen es conocido por su activismo que lo llevó a ser el primer integrante de El Barzón detenido en Chihuahua en la década de los 90 en la lucha contra los abusos de los bancos y su lucha contra la siembra ilegal de transgénicos, Gabino Gómez descartó que este activismo pudiera ser la causa que motivó que ayer en la tarde fuera secuestrado por un grupo de hombres armados.
Gabino apuntó que su levantamiento podría tener más que ver con la disputa territorial entre grupos armados antagónicos, ya que el Campo 106 está en la división de los dominios de varias bandas que ya en el pasado extorsionaron a la comunidad menonita que habita en la zona, revelando que el propios Juan Knelssen habría sido objeto de estas prácticas.
“Más bien tiene que ver con el clima de inseguridad, con el clima de violencia que hay en la zona porque precisamente está en una región, en una zona, que es un área de disputa entre los grupos criminales, precisamente ahí está el límite fronterizo entre los cárteles los de Namiquipa con los de Cuauhtémoc, una zona que se ha convertido en una zona de disputa para la extorsión”, aseguró.
“Los menonitas, muchos de ellos, han sido objeto de este tipo de cuestión, él mismo hace tiempo estuvo siendo extorsionado”, reveló Gabino Gómez, dando por descartado que su desaparición estuviera relacionada con la participación social de Knelssen con El Barzón, teniendo en cuenta que él no era un dirigente del movimiento, sino un integrante y un compañero más.
Agregó que “no hemos solicitado” seguridad para la familia del secuestrado, señalando que momentos antes había estado en comunicación con sus dos hijos y su esposa quienes estaban atendiendo a los policías que llevan el caso del menonita.
Gabino Gómez manifestó que lamentablemente la cuestión de las desapariciones continuaba, recordando los casos mediáticos de Eduardo Vallina, familiar de un prestigioso empresario chihuahuense, el del turista estadounidense desparecido en Urique, ahora el de Juan Knelssen, pero aparte los de otros desaparecidos muchas veces anónimos y que no siempre trascienden a la luz pública.
“Yo no tengo casi día que no me estén llamando por el tema de este asunto, principalmente en la zona occidente que es donde es un foco rojo”, refirió el activista.
“Es un foco rojo y precisamente ahorita en la reunión del Consejo Estatal (de Seguridad) se dio un informe y una explicación por parte del fiscal general con la situación de inseguridad grave que hay en la zona occidente”, prosiguió.
Afirmó que en la reunión les presentaron datos estadísticos sobre cómo estaba la inseguridad y a pregunta expresa suya el fiscal general, César Peniche Espejel, habló sobre desapariciones, tema que si bien él conocía perfectamente porque se centraba en ese asunto, quiso que conocieran también el resto de integrantes del Consejo Estatal.
Respecto a los números estadísticos en materia de desaparición, Gabino Gómez reconoció que “se mantiene o incluso creo que recientemente o por lo menos me llegan más a mí porque hay un grado de conocimiento más, pero me llegan más casos ahora que el año pasado”.