Por: Rosalío Morales Vargas
Una lluvia anhelada que no llega
a la cuenca hidrológica abatida,
exacerba el denuedo inusitado
en los tiempos de estiaje y de sequía
que camufla intenciones de oligarcas
y exhibe sordidez de oportunistas.
Egoismo en disfraz de temple de ánimo
alienta injurias burdas y algaradas,
manipula a su antojo los esfuerzos
e intenta aprisionar bajo sus garras
a oprimidos que adopten la visión
de opresores sedientos de ganancias.
Aparecen ribetes de racismo
en los que han disfrutado del saqueo
de un bien comunitario para tod@s,
como la tierra, el agua, el sol y el viento;
¿Dónde estaban en luchas campesinas
cuando antes aturdían con su silencio?
La rapiña, el odio, la codicia,
los ricachones juegan su papel,
son los huachicoleros que acaparan
las aguas en su ávido interés;
¡ Democracia en su uso e inhibir
la corrupción que avanza en tropel !
No pongan antifaz de libertarios,
no se mueven por bien de los de abajo,
sus metas son el lucro y dividendos
y cortar la utopía de un solo tajo,
poco importa el destino de las víctimas,
su impudor por poder es desaseado.
Justicia por la sangre derramada,
repulsión al graznido de los buitres,
la dignidad del pueblo no está en venta,
formamos filas con la gente humilde,
seguiremos en proa hacia el futuro,
adormecer los sueños: imposible.