Opinión por: Mtro. Norberto Guerra Mendias
La política es un terreno donde las emociones juegan un papel fundamental a la hora de tomar decisiones, inician las luchas por el poder tratando de conducir a la sociedad a elegir a quien ocupará un sitio en alguna de las posiciones políticas que varias personas estarán tratando de conquistar.
El día 1 de marzo del 2024 inició la contienda electoral, ello significa que seremos bombardeados durante los próximos tres meses con desmedida y exagerada promoción de candidatas y candidatos a puestos de elección popular. Hay personas con un largo y aburrido historial político que, aunque presuman de haber hecho un extraordinario papel en algún puesto político, la opinión más importante es la de la sociedad, quien señala estar cansada de que regresen y aparezcan las mismas personas de siempre en las boletas electorales, que sería mejor ver a ciudadanos sin pasado político compitiendo.
Se empiezan a escuchar en las reuniones familiares, de amigos, en los trabajos, en la calle y en otros lugares, las discusiones sobre las personas que estarán en la contienda política. Hay discusiones acaloradas, demasiado diría, que llegan a ser muy incómodas, terminan hasta en rompimiento de relaciones, los que eran amigos se disgustan, las familias se dividen pues tienen distintas preferencias partidistas, y eso no es malo, que cada exprese su opinión y tenga preferencias distintas por candidatos o partidos políticos, eso es normal y un derecho.
Lo que no es normal es las discusiones, peleas, zafarranchos y distanciamientos sociales que derivan, pues las personas que están en contienda política, ni se enteran, ni los conocen y mucho menos les interesan. A lo largo de la historia, hemos sido testigos de las traiciones hacia el pueblo de los políticos que una vez que ganan la elección, ya no regresan, no se comunican y mucho menos agradecen a quienes votaron por ellos o ellas. El político suele ser desagradecido, pues le interesa primero el poder y la posición personal, luego hacer caso a los arreglos partidistas y al final el bienestar social si hay tiempo.
Mensaje para las y los ciudadanos: que las relaciones familiares no se agrieten, que las y los amigos no se alejen por cuestiones políticas, no vale la pena enfadarse por alguien que ni siquiera los conoce; conserven y luchen por la armonía familiar y social, que ningún político y mucho menos un partido político nos arrebate la unión familiar y social.
Por una sociedad emocionalmente sana, que la contienda electoral no afecte nuestras emociones, que tengan una excelente jornada, saludos.
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