El secretario general de la Sección 8 del SNTE, Eduardo Zendejas Amparán, se pronunció en torno a la polémica de los libros de texto y la decisión del Gobierno de Chihuahua de no distribuir los nuevos materiales. El líder de la Octava hizo un llamado a escuchar todas las voces, dejar a un lado la politización, buscar coincidencias y pulir los errores o detalles que pudieran presentar los nuevos libros de texto de la SEP, afirmando que utilizar libros anteriores no sería una solución, aunque los libros finales tengan que llegar ya iniciado el ciclo, algo que no es una novedad ya que se ha presentado en ciclos anteriores. Destacó que los libros de texto son una guía para los docentes, no son un todo, y que al final de cuentas está en la autonomía de las maestras y maestros decidir qué aborda y cómo con sus alumnos en las aulas.
El dirigente de la Sección 8 inició haciendo referencia al pronunciamiento emitido a finales de la semana pasada por el Sindicato Nacional de Trabajo de la Educación en defensa de la escuela pública y el Artículo Tercero Constitucional. Zendejas refirió que para elaboración de estos nuevos libros «se han hecho algunas acciones, foros, participaciones, donde ahora sí, participaron maestros, padres de familia, especialistas y demás».
Sin embargo, apuntó que las y los maestros «con ese profesionalismo como educadores, con toda la disposición de poder incluir o de poder señalar aquellos errores de fondo, de forma o concretamente que puedan estar afectando la educación y yo considero que se debe de abrir y que se debe escuchar a todas las partes».
El líder del sindicato del magisterio federalizado de Chihuahua enfatizó que el libro de texto es una herramienta más para los docentes, que «no define finalmente un plan, un programa porque un plan y programa ya ya está establecido. Eso es un elemento más que tiene la autonomía los maestros de saber qué temas abordan de ese libro y qué temas no».
Zendejas destacó la autonomía del maestro a la hora de preparar su programación y la confianza en el buen hacer de los docentes chihuahuenses, tal y como han demostrado en ciclos anteriores cuando los libros de texto han llegado hasta mucho tiempo después de iniciado el ciclo escolar.
Afirmó que «ahora lo más importante que me parece que todo el mundo se puso a darle una ojeada a los libros de texto e interesarse en el tema, lo que nunca había pasado, o sea, a veces llegaban tarde, a veces no se atrevían en su momento, a veces se daban cuenta los errores mucho después y hoy bueno, se han interesados diferentes actores políticos y y bueno».
Eduardo Zendejas se mostró partidario de que haya apertura y diálogo, para señalar los pueda estar bien o mal y acompañarlo de propuestas, enfatizando que en nada abonan las posturas en el sentido de que todo está bien o todo está mal sin más.
«Yo considero que deben de escucharse a todas las partes y en función de eso decir vénganse con los temas que usted señala. Buscar a través de de una mesa incluir y escuchar a todas las voces», enfatizó.
El secretario general de la Sección 8 consideró abiertamente que no es una solución quedarse con libros del plan educativo de 2017, sino que consideró que lo mejor o más conveniente sería pulir los nuevos ligros de texto porque obedecen a un cambio de modelo y actualización de la forma de aprender.
«Ahora se pretende que el alumno busque de su entorno, de su comunidad, de su familia, desde su estado, de su región, él pueda inferir, pueda ser crítico, pueda buscar soluciones. En ese sentido, entonces, se tendría que pulir esos libros inclusive retomar que sí que si algo ha sido bueno o queda lo que sí nos funcionó de eso del 2017 y tratar de de incorporarlo y hacer un material muy compacto, que nos sirva», aseveró Zendejas, para que la educación sea una política de estado.
«Entonces yo considero que que se deben de escuchar a todas las partes» y que nadie pueda decir «que no me escucharon». Zendejas reiteró que «ciertamente que es la primera vez que nos permiten participar desde de una manera más abierta, tanto las maestras, los maestros y a los padres de familia, los especialistas, los pedagogos,…».
Hizo hincapié en que para tener un punto de opinión se debe conocer a fondo todo el material y el por qué, porque ya dentro de las aulas quien vive la realidad son las maestras de los maestros.
«Lo que sí se debe hacer un ladito es cualquier situación de tinte político, hagámoslo a un lado y alguna diferencia que tengamos en sentido, hay que hacerla coincidencia, con qué, con el señalamiento concretamente este tema es incorrecto porque estaríamos afectando el tema de los valores, no estaría bien en el tema de la lectura (…) pero que vaya con un elemento y que se escuche y se recoge y se incorpore y hagamos un solo trabajo y creo que que se escucha aunque aunque lleguen más tarde los libros», aseguró en entrevista el secretario general de la Sección 8.
Agregó que bajo su punto de vista «valdría la pena» que los libros se tardaran «un poquito, pero que nadie en ningún estado en la República dijera no me escucharon, no incluyeron las observaciones que estábamos haciendo», apuntando que la propia SEP podría hacerlo convocando a los secretarios de Educación de los diferentes estados en discordia.