Cuatro corrientes del ambientalismo actual

Opinión por: Salvemos los Cerros de Chihuahua

En este resumen vamos a conocer algunas de las distintas formas de abordar el tema de la lucha ambiental y climática.

La diversidad es una parte fundamental de la vida y este tema no iba a ser la excepción, por el contrario, es necesario que las diferencias se dialoguen y se puedan compartir las distintas propuestas de acciones y de pensamientos para enfrentar la crisis de deterioro ambiental y cambio climático que afecta al mundo entero.
Es importante resaltar que hay muchas perspectivas del desarrollo de las distintas corrientes ambientalistas, sobre todo desde el ámbito académico, donde se ha identificado desde la educación ambiental una gran variedad de métodos, y también es desde las experiencias regionales, locales y nacionales.

Sin embargo, en esta ocasión el resumen se centra en corrientes actuales que tienen un impacto social en la definición de las políticas publicas y que se reflejan en personajes, organizaciones, movimientos sociales y otras expresiones de la sociedad civil y las instituciones en nuestros territorios

I
Ambientalismo liberal

En esta categoría podemos identificar sobre todo a asociaciones civiles, algunas de las cuales realizan trabajos de conservación y estudio de los ecosistemas, la flora y la fauna. El centro de la atención se centra muchas veces en especies prioritarias o en áreas naturales protegidas ya establecidas, con el objetivo de aportar conocimientos técnicos y trabajos profesionales.

También hay otro tipo de agrupaciones que no comparten del todo la definición anterior, pero que si tienen en común un enfoque político donde el trabajo de la mano de las instituciones, mediante presión social, así como denuncia y participación, se pueden lograr dentro de los margenes del actual sistema económico.

Es decir, buscan un cambio, pero que este se de mediante las instituciones o mediante la implementación de medidas técnicas o de presión. El cambio se suele centrar en un o varios aspectos particulares o abstractos, como pueden ser una especie de fauna, un área natural protegida, el ártico, etcétera, etc.

II
Ambientalismo anti-capitalista

Al igual que en el ambientalismo liberal, en la categoría de ambientalismo anti-capitalista existe una gran variedad interna y diferentes orígenes y objetivos. Mientras que puede existir un acercamiento a las instituciones o en el plano técnico y científico, presente en distintos tipos de agrupaciones jóvenes o tradicionales en la política que muchos llaman «de izquierda», también existe toda una rama que rechaza la participación institucional.

Se llevan a cabo propuestas tanto desde el ámbito de las plataformas los programas políticos, como desde los ejemplos de autonomía y
autogestión locales, que varían distintos grados de conflicto con las instituciones, pero la característica que los hace común es una critica al sistema económico capitalista.
Si resumimos algunos puntos claves que unen a estos colectivos, comunidades, movimientos, etcétera, etc. la lista seria: identificar la raíz de la crisis ambiental y climática a la producción capitalista, plantear que solo con un cambio radical es posible detener la crisis climática, centrar sus esfuerzos en los sectores vulnerables de la población y criticar constantemente a las empresas y los gobiernos.

III
Defensa territorial
Esta corriente generalmente se distingue del ambientalismo en general debido a que no parte de la concepción abstracta de elementos técnicos o políticos de los ecosistemas, sino de la vivencia cotidiana casi siempre local de las personas que conforman tejidos socio-ambientales y comunidades en su mayoría pertenecientes a pueblos originarios.

La defensa territorial ha surgido a lo largo de los mas diversos territorios pero con características similares. Una similitud es la reacción ante megaproyectos económicos y decisiones políticas que pueden afectar uno o varios elementos del territorio, que generalmente son concebidos desde una cosmovisión espiritual.

El conocimiento ancestral y la existencia de relaciones comunitarias de apoyo hacen que los movimientos de defensa territorial cuenten con una amplia base de apoyo en su localidad, en contraste con las difíciles situaciones de aislamiento que sufren con respecto a los centros del poder político y económico.

IV
Ambientalismo empresarial/gubernamental

Esta corriente es la hegemónica a nivel político y hasta cierto punto ideológico, aunque esto no se refleje en presupuestos o implementación de programas correctos, se presenta como una única manera de incidir. Partidos políticos, empresas, instituciones, muchas veces con la participación de la ciudadanía, acceden a la toma de decisiones y a la financiación de todo tipo de actividades, .

Los alcances de estas decisiones y actividades del ambientalismo empresarial y gubernamental muchas veces dependen de la presión con que la sociedad civil ejerce su vigilancia y exige sus demandas. Si bien son muy claras las limitaciones de esta corriente, es de suma importancia recalcar que muchas personas suelen sumarse precisamente para mitigar el posible daño de que sean perfiles no especializados los que ejerzan acciones en campañas ecológicas.

El argumento que justifica la participación de personalidades y organizaciones en este tipo de ambientalismo tan limitado es que es necesario “entrarle” a todas las formas de participación y que es mejor que sean perfiles conscientes y sensibilizados los que ocupen los puestos en los gobiernos y/o empresas de los que dependen las políticas ambientales. Pese a que la principal contradicción reside en que los intereses empresariales y gubernamentales generalmente no tienen nada que ver con la conservación ambiental, aún así es importante llevar la lucha y participación ambientalista a todos los espacios posibles, sobre todo donde los ideales de conservación ambiental son mal vistos.