¿Para qué el Inglés en escuelas públicas?

Por: Profr. José Luis Fernández Madrid 

Tal y como en la actualidad el programa de estudios contempla la enseñanza del inglés o de otra lengua adicional al español en las escuelas de educación básica del país, podría responder de forma pesimista a la pregunta que le da título al presente texto, pero si se considera que dicha materia representa un aprendizaje para la apertura de una ventana mundial, las cosas sin duda alguna cambiarían.

Desde tiempos inmemoriales la petición o más bien la exigencia social dados los alcances que puede tener es que el Inglés se imparta en las escuelas desde el nivel preescolar de forma obligatoria para que de ese modo los  niños y niñas estudiantes de escuelas públicas puedan adquirir una herramienta indispensable que les sirva no sólo en su etapa académica de nivel superior o posgrado sino para su vida laboral y económica.

Es abismal e incomparables las horas-clase que en las instituciones de educación privada le dedican al proceso enseñanza-aprendizaje de dicho idioma y no es que en esos centros educativos lo ofrezcan  como “gancho” para incrementar sus matrículas sino porque saben y entienden que su empleo dentro de cualquier ámbito en la dinámica de la vida personal es de suprema trascendencia.

Si la visión es lograr estudiantes preparados para enfrentar el mundo actual, la enseñanza del inglés resulta obligatoria, incrementar su carga académica e instituirla desde los niveles iniciales resultaría un buen proyecto para dejar que ésta se dé a partir de la secundaria y eso con escasas horas por semana, lo que por cierto, en ocasiones lleva  a muchos estudiantes a desestimarla, verla como “relleno” o simplemente no darle la importancia que ella reviste para su crecimiento estudiantil.

Existen casos de éxito en los  que algunos colectivos escolares de primaria por cuenta propia contratan a maestros y maestras de inglés para que los alumnos inicien con su trayecto bilingüe y pongan en marcha sus actividades superiores del pensamiento como el análisis, la reflexión o el procesamiento de la información, sin embargo son esfuerzos esporádicos cuando debería de ser un plan y programa determinado por la SEP ante la globalización de la sociedad entera.

Lastimosamente todavía está en la memoria como los maestros del PRONI (Programa Nacional de Inglés) protestaban por su falta de pago ante los servicios educativos brindados en escuelas de educación básica, el como el ninguneo de la autoridad se hizo patente al grado de que varios docentes prefirieron abandonar su profesión ante la falta de claridad y certeza laboral.

Destacar la enseñanza del Inglés, valorarla, dimensionar su pertinencia en los tiempos actuales pero sobre todo revalorizar a quienes la imparten es tarea pendiente.