-Llama a crear conciencia sobre el suicidio y posibles señales de alarma
Chihuahua.- De acuerdo a la evidencia científica, la mayoría de las veces, las personas que intentan suicidarse dan pistas sobre sus intenciones de manera verbal o conductual, por lo que hablar acerca del tema con alguien le da la oportunidad de expresar sus pensamientos y sentimientos, pero además brinda una posibilidad de intervenir.
Así lo expresó Andrés Octavio Pérez Estrada, titular de la Unidad de Programas y Proyectos Especiales del Departamento de Atención Integral al Estudiante (DAIE) de la Universidad Autónoma de Chihuahua, en el marco del Día Mundial de Prevención del Suicidio que se conmemora cada 10 de septiembre.
Mencionó que las personas que contemplan el suicidio están devastadas o rebasadas, sienten dolor y quieren terminar con el sufrimiento, no necesariamente quieren acabar con su vida para conseguirlo, sin embargo, no conciben otra salida y es común que sus gritos de ayuda no sean escuchados.
“El estrés, los estímulos aversivos que recibimos cotidianamente producto de la cultura del consumismo, estereotipo corporal, dificultades financieras, los efectos de la contingencia sanitaria y la readaptación a nuestras vidas a lo presencial contribuye a la constante alza de los trastornos afectivos como ansiedad y depresión en muchos de los casos con la incapacidad de regulación emocional”, indicó el psicólogo.
Explicó además que algunas señales de advertencia de suicidio son: hacer amenazas directas de hacerse daño o quitarse la vida, comprar un arma o acumular comprimidos, estar enfocado en la muerte, ya sea por medio de conversaciones, escritos, dibujos o publicaciones en línea.
Finalmente, Pérez Estrada recomendó que en caso de identificar una conducta suicida se debe tener un acercamiento cuidadoso pero directo, alentar a la persona a comunicarse, ser respetuoso y reconocer los sentimientos de la persona.
También se debe alentar a la persona a que llame a una línea directa de prevención del suicidio como la “Línea en Crisis” 800-0127-274, o al 9-1-1, al teléfono 614-200-4800 o al 072 y buscar un tratamiento.
Es importante destacar que la Universidad Autónoma de Chihuahua cuenta con equipo profesional de psicólogos en las distintas unidades académicas que brindan atención a todos aquellos estudiantes que lo necesitan.