El presidente del Poder Judicial de la Federación (PJF), Arturo Zaldívar, llamó a poner en marcha “una gran reforma de la justicia local”, ya que es allí donde está la justicia “que llega de primera mano al ciudadano, la que lastima, la que ofende, pero, la que es al final del día la primera esperanza de la gente”.
Al inaugurar la 16 asamblea general ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ), que se realiza vía web, hizo un corte de caja de lo que ha sido su gestión al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y sostuvo que “defender una institución no es aislarla del escrutinio, sino fortalecerla y mejorarla a partir de identificar aquello que es necesario mejorar”.
El ministro dijo que a diez años de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, y “una vez que se ha consolidado a nivel constitucional y legal la gran reforma judicial federal, es importante reflexionar sobre la necesidad de una gran reforma de la justicia local. Con autocrítica, realismo y seriedad.
“Tenemos una justicia local muy dispareja, no solo que trata de manera distinta a las personas que están en condiciones de vulnerabilidad económica o de otro tipo, entre los mismos estados hay diferencias en la calidad de justicia que se presta.
“Y es esta justicia la que llega de primera mano al ciudadano, la que lastima, la que ofende, pero, la que es al final del día la primera esperanza de la gente.
“Hago votos porque podamos iniciar una reflexión colectiva para avanzar hacia una mejor justicia local, que con absoluto respeto a la independencia y autonomía, no solo de los tribunales locales, sino de las distintas entidades federativas, podamos iniciar un diálogo constructivo que nos permita avanzar hacia una mejor justicia para todas las personas, un mejor país, y una mejor justicia pasa por los tribunales locales”.
Los cambios no son utopías
Zaldívar aseguró que “los cambios sociales, culturales y de paradigma son posibles, no son utopías. Mejorar nuestros sistema judicial para satisfacer las exigencias sociales de justicia, paz e igualdad no es una tarea inalcanzable, no es una promesa imposible de cumplir. Mejorar nuestras instituciones de justicia es posible cuando se asume un verdadero compromiso”.
Luego hizo un corte de caja de lo que ha sido su gestión: “hace tres años plantee la necesidad de que en el Poder Judicial de la Federación hiciéramos un ejercicio de autocrítica, afirmé que era necesaria una renovación que acercara la justicia a la sociedad, que legitimara nuestra función y que se comprometiera con un acceso más igualitario a la justicia.
”Hoy en día tenemos un Poder Judicial Federal que avanza firmemente hacia una integración paritaria en las esferas más altas de la Judicatura; tenemos un sistema nuevo de carrera judicial basado en igualdad de oportunidades y el mérito, en el que los ascensos se determinan por la capacidad de cada persona y no por sus relaciones de amistad o parentesco.
“Tenemos una justicia digital que permite procedimientos más ágiles, eficientes y accesibles.
“Hemos combatido con éxito el nepotismo, la corrupción y las prácticas de acoso y hostigamiento sexual; tenemos un nuevo modelo de formación judicial a partir del cual estamos capacitando juzgadores y juzgadoras con sensibilidad social y con una perspectiva de derechos humanos en sus resoluciones.
“Tenemos un un servicio de defensoría pública que opera y funciona como nunca antes en todos los estados del país”, dijo a todos los impartidores de justicia que participan en este foro virtual.
La Jornada.