Opinión por: Benjamín Carrera
Sin juzgar las decisiones del electorado estadounidense, hemos de decir que inesperado o no, el triunfo de Trump retrata la sociedad de nuestro vecino país, de cuerpo completo. A finales de una campaña que se enfocó en mediatizar y aprovechó para lanzar lo que podríamos llamar advertencias a México, la respuesta de la Presidenta Claudia Sheinbaum generó por demás expectativas; si bien, hay quienes han demeritado los dichos de Trump por entender que se dieron en medio de un acalorado debate que lo colocaba en principio, por debajo de su contrincante, queda la duda de, si en sus palabras hay algo de verdad.
El temor no es para menos, ya que las amenazas del entonces candidato republicano que ponían en duda al tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, además de un aumento a los aranceles. Curioso que, Trump registró un gran apoyo del sector latino que no se había visto en un candidato republicano desde Bush, esto a pesar del temor -e incluso el rechazo- que generó en la comunidad hispanohablante fuera de Estados Unidos.
No es posible dejar de lado que, México enfrenta una serie de desafíos que se vuelven cruciales bajo el discurso del presidente electo de Estados Unidos, que van más allá de indicadores económicos y recaen más bien en temas sociales sensibles y recurrentes como la política migratoria, argumento que también tocó el presidente electo y del cual existe precedente de su agresiva estrategia.
A pesar de todo lo que parece una gran amenaza, la Presidenta Sheinbaum ha fijado una postura clara y contundente, centrada en el reconocimiento del pueblo de México como una comunidad que sale avante, quizá queriendo entre líneas, recordar la importancia que las y los mexicanos tiene para Estados Unidos, que no es menor: nuestro país es el segundo socio comercial de Estados Unidos y somos el primer país en exportaciones a California, Arizona, Texas y el segundo lugar para otros 20 estados; poco más de seis millones de empleos en E.E.U.U. dependen directamente del comercio que se hace con México, y cada minuto se comercia entre ambos países, alrededor de un millón de dólares… sí, POR MINUTO.
A veces pareciera olvidársenos la relevancia que nuestro país tiene y la fortaleza de nuestra gente, que es la misma que le ha dado su respaldo a la Presidenta quien ha enviado un mensaje para calmar las aguas entre quienes vivimos de este lado de la frontera y a las y los paisanos que hacen lo propio “del otro lado”.
Recordando además que somos un país libre, independiente y soberano, se espera una relación cordial y próspera y que, ya sea amenaza o bien estrategia de campaña, tenemos una dirigente que ha dado la cara a los mexicanos y no la espalda.
Además de tener mucha Presidenta, tenemos en la Cancillería un equipo fuerte, sólido y capaz de hacer frente a cualquier tema comercial, migratorio y social, que coloca a México como lo que realmente es y no como el patio trasero que antes se quería hacer ver.
Todas y todos los mexicanos sostenemos a México, tanto dentro de nuestro territorio, como fuera de él, demostrando una fortaleza que ha hecho y sigue haciendo historia, y somos quienes respaldamos a la Dra. Sheinbaum de manera recíproca. Hoy con beneplácito podemos decir que tenemos un país fuerte y una mujer al frente que nos fortalece.