Tlatelolco.- En el marco de la conmemoración del 56° aniversario de la masacre de Tlatelolco, el diputado coordinador de la bancada de Morena en el Congreso de Chihuahua, Cuauhtémoc Estrada Sotelo, se pronunció sobre la importancia de recordar y honrar a las víctimas de aquel trágico evento. Estrada Sotelo explicó que “2 de octubre no se olvida, y hoy lo recordamos aquí, en la Plaza de las Tres Culturas, donde ocurrió esa matanza ordenada por el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz. A mis espaldas se encuentra el mural que contiene algunos de los nombres de los valientes que lucharon por nuestras libertades y la democracia”.
El legislador enfatizó que “no se pueden entender las libertades y derechos que gozamos en México en este 2024, sin el aporte de la lucha valiente de hombres y mujeres decididos en 1968. Muchos de ellos entregaron su vida para que nosotros pudiéramos disfrutar de lo que hoy tenemos. Por eso, recordemos siempre a esos hombres y mujeres valientes”.
El coordinador de los morenistas, explica que la lucha de los estudiantes y ciudadanos en 1968 dejó un legado significativo en la vida democrática de México, como la conciencia social, pues luego de este sacrificio se evidenciaron más las injusticias sociales y políticas, y la gente cuestionó el autoritarismo gubernamental. Se intensificó también la movilización ciudadana, pues el movimiento impulsó una mayor participación cívica y la organización de diversas luchas sociales posteriores.
No dejamos de lado tampoco las demandas democráticas, entre las que se exigieron libertades de expresión y derechos humanos, con lo que se sentaron las bases para futuros movimientos sociales. Destacamos las reformas políticas, ya que las exigencias del movimiento llevaron a adecuaciones a las leyes, que mejoraron el acceso a elecciones libres y a la defensa de los derechos humanos.
Es indispensable conservar la memoria colectiva, ya que el recuerdo de lo ocurrido aquel 2 de octubre de 1968 se ha convertido en un símbolo de resistencia, que ha inspirado a nuevas generaciones a luchar por sus derechos. Con ello, también la cultura de la protesta, que se estableció en nuestro país después de la matanza de Tlatelolco, empoderando a la ciudadanía para alzar la voz contra injusticias. Sin olvidar que las experiencias de los mártires han sido reflejadas en diversas obras, manteniendo viva la memoria del movimiento; pues la masacre de Tlatelolco representa un hito trágico que resuena en la lucha por la democracia y los derechos humanos en México. Su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de seguir defendiendo las libertades que fueron conquistadas con valentía. Y por ello, hoy Cuauhtémoc Estrada Sotelo recuerda que “Dos de octubre no se olvida”.