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El Maestro de Telesecundaria en la NEM

Por: Dr. Joel Orozco, Asesor Técnico Pedagógico

Si nosotros conseguimos convencer a los jóvenes de que la realidad, por difícil que sea, puede ser transformada, estaremos cumpliendo una de las tareas históricas del momento.
Paulo Freire

Reflexionar sobre Telesecundaria es remontarnos a escuelas rurales, en zonas marginadas y en las periferias de las ciudades. A pesar de estas circunstancias, podemos encontrar historias de éxito e innovación, que han impactado y actualmente siguen haciéndolo. Este sistema de educación que inició su trabajo en agosto de 1965 y, que con los años siguientes se consolidó como autónomo, se ha tomado como referencia para implementarse en Centroamérica. En donde a través de la televisión se transmiten las lecciones de los años de educación secundaria a estudiantes que, por muy distintas razones, no pueden continuar su educación más allá de primaria. Recordemos que, durante los años de pandemia, la práctica de enseñanza y de aprendizaje de Telesecundaria fue replicado por los niveles educativos de preescolar, primaria y secundarias. Generando que todo el sistema educativo le diera la importancia de lo qué se hace y de cómo se trabaja, a pesar de sus carencias y de la desigual distribución de recursos.

El maestro de Telesecundaria tiene un alto compromiso en el contexto en donde se encuentra, debido a que sienta sus raíces en lo que ahora es la Nueva Escuela Mexicana (NEM). Han tenido un arraigo con la comunidad, al territorio – espacio, a las relaciones que hacen con los padres de familia, las autoridades y los alumnos. “Entre otras cosas, su amor y compromiso con las comunidades, su provocación para que la comunidad reflexione y transforme su realidad.” (Cisneros, 2024, p.14). Con el objetivo de subsanar aquellas situaciones de infraestructura y de conectividad que carecen. Además de todas las cuestiones cívicas y culturales en donde intervienen. Da un sentido de pertenencia, toman como ejemplo la cotidianidad del contexto, hacen una lectura de la realidad para apropiarse de las problemáticas y lograr un aprendizaje situado. “El educador progresivo es uno que no está satisfecho con lo que sabe y hace, sino que procura saber cada día más y hacer su trabajo cada vez mejor” (Ramírez, 1982, p. 88).

Por otro lado, el trabajo de Telesecundaria a menudo es multigrado, atiende varios grupos en un mismo espacio. Una práctica escolar que combina la interacción de diversos alumnos de varias edades, en un mismo lugar. Bajo estas condiciones se elaboran proyectos escolares, una de las formas de trabajar que propone la NEM, que no es ajeno y descontextualizado a lo que siempre se ha implementado y propiciando aprendizaje dialógico,

La dinámica del Diálogo Igualitario nos plantea que estos conocimientos, provenientes de la vivencia de cada cultura individual, hacen que las personas participantes empiecen a vivir lo que llamamos la Igualdad de Diferencias, el reconocimiento del otro, haciendo que el respeto mutuo crezca y las relaciones entre el grupo empiezan a transformarse, como por ejemplo de manera que no se hable demasiado para dejar espacio aquellos que hablan poco, no ejercer méritos abstractos para imponer la validez de una aportación (Chaib, 2006, p. 2).

El profesor integra la diversidad de opiniones a la solución de problemáticas en estos espacios de interacción académica, de dialogo, de creación de proyectos que emanan desde los salones para impactar en la comunidad. No es casualidad que en Telesecundaria siempre se haya trabajado en proyectos comunitarios y que resulten ajenos al devenir de la praxis pedagógica. Desde reformas atrás ha trabajado por proyectos, ya que, en los espacios de Demostración de lo Aprendido, que hoy vuelven a ser considerados con mayor fuerza y formalidad para vincular lo aprendido en el aula con la realidad del contexto.

Demostración de lo Aprendido, se pretende significar la evaluación del proceso educativo del servicio de Telesecundaria considerado como una educación para vivir mejor y no únicamente como una comprobación de la memorización de datos aislados en una prueba escrita de respuesta cerrada o en un cuestionario de preguntas de respuesta breve, con el propósito de obtener una calificación que determine la acreditación o reprobación de cada estudiante. (Guía Didáctica Telesecundaria SEP, 1993, p. 337).

Una de las místicas del maestro de Telesecundaria es que sus alumnos no reciban una educación estática, limitada por los intereses de las políticas que imperan. Por ello, siempre ha ido más allá de lo que se ha constituido, porque la base de su éxito es impactar verdaderamente en el entorno donde el alumno se desarrolla. No busca que sus estudiantes acumulen conocimientos, sino que los apliquen en sus realidades, fomentando saberes transdisciplinares que les permitan resolver problemas y detonar otros aspectos del desarrollo comunitario.

Bajo estas premisas, el enfoque de la Nueva Escuela Mexicana y sobre todo, la propuesta pedagógica de Telesecundaria, la cual es diferente a todas las Fases educativas, pero especialmente al nivel de secundarias, no debería de ser difícil de apropiarse y de implementar por parte de los profesores, ya que son actividades que, inconscientemente, ya han integrado en su práctica.

El maestro de Telesecundaira, el cual desde su libertad y su autonomía profesional, adapta las actividades o estrategias de acuerdo con las necesidades, los intereses de su grupo, ha logrado vincular ciertos contenidos de algunas asignaturas con la finalidad de encontrar una secuenciación que propicie un aprendizaje más fácil y ameno. Los proyectos que, desde las reformas de 2005, 2011 y del 2017 hemos implementado en nuestras escuelas, como la creación de un huerto escolar, el club de computación, el taller de carpintería, el invernadero, la panadería entre muchos otros, han sido creados con el fin de dar solución a situaciones que, se ha detectado en el devenir cotidiano, durante el proceso de planificación y reflexión del docente sobre cómo lograr un aprendizaje significativo. Todo lo anterior plasmado en lo que ahora hemos catalogado y sintetizado en el programa analítico.

Con base a esto, se deben de romper esas cuestiones en las que los libros de texto gratuitos anteriores venían ya resueltos, con una serie de actividades establecidas y fijas para dar clase, imitando una receta de cocina, como si todos los estudiantes aprendieran de la misma manera, como si fueran vasos vacíos que hay que llenar de información, donde el docente es un simple transmisor, un mero reproductor memorístico que busca ajustar el contenido al contexto cotidiano.

Enseñar no es transferir contenidos de su cabeza a la cabeza de los alumnos. Enseñar es posibilitar que los alumnos, al promover su curiosidad y volverla cada vez más crítica, produzcan el conocimiento en colaboración con los profesores. El docente no tiene que dedicarse a transmitir el conocimiento, sólo debe proponer al alumno elaborar los medios necesarios para construir su propia comprensión del proceso de conocer y del objeto estudiado. (Freire, 2022, p.54).

Es por ello que, ahora que se da la libertad de crear actividades u orientaciones didácticas a través del codiseño, debemos de tomar muy en cuenta la voz de los alumnos, que muchas veces ha estado callada, sin recibir la atención necesaria, para lograr que Telesecundaria, desde cualquier punto de nuestro país, sea atractiva para lo que el estudiante desea aprender y aplicar en su realidad.

Es aquí donde el maestro debe dejar atrás sus viejas prácticas monopólicas y tradicionales para innovar, no sólo en cómo enseña, sino también en cómo aprenden sus alumnos. Romper esa barrera, en la que todo se daba realizado, para hacer actividades encaminadas a un paradigma emancipador, ya que cada una de las siete etapas del modelo pedagógico de Telesecundaria se nos da la autonomía para diseñar situaciones de aprendizaje para que los estudiantes puedan ser críticos y autónomos en la solución de problemas reales.

Si queremos fomentar el pensamiento crítico en nuestras aulas, debemos reflexionar sobre qué tan críticos somos los docentes, qué tanto estamos haciendo para romper esas cadenas reproductoras de conocimientos fabriles y maquilistas, cuánto estamos logrando al ser innovadores y qué tanto estamos dejando atrás las viejas prácticas del enseñar – copiar, para que ese conocimiento no se quede guardado, sin saber dónde o en qué situaciones de la vida el alumno lo podrá aplicar. Falta mucho por hacer, no es fácil, y aún queda mucho por reflexionar, pero el papel del maestro de Telesecundaria en la NEM es fundamental. Siempre ha ido un paso adelante, apropiándose de cada elemento sustancial de cada modelo pedagógico para implementarlo de acuerdo con las necesidades de sus estudiantes. Ahora también es importante que lo haga como el maestro emancipador que da lo mejor de sí para cambiar la visión de sus alumnos, a pesar de las desiguales condiciones en las que se han cimentado las Telsecundarias.

Dr. Joel Orozco González
Asesor Técnico Pedagógico

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