Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
Todos coincidimos en que la educación formal en la primera infancia es fundamental para el desarrollo pleno de la personalidad y de la socialización de la niñez.
Por ello, resulta alarmante el que en los años recientes estén siendo cerrados grupos de jardines de niños públicos e incluso algunos de éstos por completo.
Si bien es cierto que la planificación familiar es un hecho irrefutable que directamente ha impactado en la matrícula de todas las escuelas en general, mismas que ante los cada vez menos estudiantes, derivado de esa añeja estrategia y eslogan de «la familia pequeña vive mejor», es verdad que también ha influido en el decrecimiento de dicha matrícula, el que no se ha hecho lo necesario para adecuar, principalmente, a los jardines de niños a esa realidad.
En la actualidad es poco común que los padres y madres de familia se dediquen exclusivamente a las tareas del hogar, por lo que la necesidad de contar con un empleo no les permite tener a sus hijos o hijas en un Kinder cuyo horario de atención a los menores sea de 9.00 a 12.00 hrs.
La dinámica de la vida social exige que los infantes acudan a las instituciones educativas en un horario ampliado precisamente para ser una opción real para madres y padres trabajadores. Seguir como ahora es la ruta para la extinción.
Y no se trata de que las educadoras sean cargadas más en su ya de por sí exhaustiva y loable labor, se trata, por ejemplo, de firmar convenios y acuerdos de colaboración con Fundaciones, Organizaciones de la Sociedad Civil y/o Asociaciones Civiles para coordinar estrategias de participación y colaboración en los jardines de niños o bien, en escuelas primarias que atiendan solo turno matutino, para que sus alumnos y alumnas reciban educación artística, tecnológica o deportiva una vez concluida su formación académica diaria y así, ampliar el tiempo de atención.
Si tan solo se pudiera hacer el intento de pilotear esquemas similares de exitosa implementación, se habrán dado los primeros pasos para su institucionalización oficial.
Abrir esos espacios redundará, además, en vacancias laborales para más docentes de diversas áreas, ayudará a evitar cierres y ofrecerá a su vez, oportunidades a los padres y madres de familia para que puedan ir a sus respectivos trabajos con la seguridad y confianza de que su descendencia está en buenas manos.
Vale la pena intentar lo necesario, es un esquema de ganar-ganar para la escuela pública.
Ejemplos de casos de éxito para captar mayor alumnado en un jardín de niños ya los hay; respuestas al ¿Cómo sí? la tienen las maestras y la directora del «Rodolfo Sánchez Taboada 1033» en la capital del Estado.