Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
No obstante que conforme se acercan las fechas de los recesos escolares, la algarabía general permea entre la comunidad escolar, las exigencias administrativas previas a ello, exacerban el deseo de salir a disfrutar el merecido descanso.
Estamos de acuerdo en que irremediablemente se debe de cumplir con las funciones y obligaciones que el empleo establece, las normativas son de irrestricta observancia para la óptima marcha de la administración pero de eso a caer en excesos y absurdos existe mucha diferencia.
Solicitar lo que corresponda y pedir su ejecución para nadie representa un problema ni motivo de estrés o preocupación, esto es hasta inherente a la propia preparación docente, sin embargo, pedir más de lo necesario representa no solo extralimitarse sino pareciera confirmar lo expresado por el Dr. Rodrigo Castillo Aguilar, Director General de Formación Continua en su reciente conferencia en Chihuahua, «lamentablemente algunos se atreven a pedir cosas solo porque pueden, es decir, en una inexplicable expresión de poder”
Deseando pues que no sean cuestiones de poder por parte de las autoridades inmediatas superiores, es menester clasificar y discernir entre lo necesario y lo que no lo es, puesto que Para qué solicitar documentos, textos y evidencias que terminarán de inmediato en el cesto de la basura o en el archivo muerto?
Formatos, esquemas, diagramas, formularios y una interminable lista, todo por duplicado o triplicado, subidos a plataformas, al SIE, a drives, jah!,y aparte en físico, son una difícil carga, la simplificación administrativa no se observa por ningún lado y al parecer las herramientas tecnológicas, aunque falibles, son menospreciadas.
Es común escuchar entre la familia magisterial cuestionarse Esto para qué me lo piden? jDe qué sirve? Quedando las respuestas en el aire. Lo que sea productivo, digno de revisión y análisis debe permanecer como documento indispensable de cierre de ciclo, pero aquello que se percibe más como que es solicitado solo para ocupar tiempos y que suena ofensivo y ridículo, eliminarlo.Esto sin mencionar que se piden incluso cosas que ni es obligación ni estádentro de la normatividad aplicable.
No vendría mal una reunión específica que conjunte a distintos representantes de la familia magisterial para determinar la carga administrativa a cumplir.Priorizar lo administrativo por sobre lo académico es un sin sentido.