Opinión por: diputado Benjamín Carrera
El pasado domingo se llevó a cabo el tercer debate presidencial, que pensado como un ejercicio democrático para proveer a la ciudadanía de información y conocimiento respecto a quienes ostentan una candidatura, resultó ser una práctica de cierre de filas que reafirma, afianza y perfila a la Dra. Claudia Sheinbaum como la virtual primera presidenta de México.
Lamentablemente para Xóchitl, la falta de cimientos, de solidez, de propuestas y sobre todo, una estrategia enfocada en el ataque, acaban por derrumbar su muy desafortunada campaña política. Recurriendo la Sra. X una vez más durante este tercer debate a proferir una serie de mentiras -debatibles por cierto con hechos- se alejó del objetivo de este ejercicio, lo que dejó muy claro no solo que difunde información falsa, sino que, en cuanto a propuestas, ideales, soluciones, no trae nada.
El pasado domingo fue un mal día en el que, ni siquiera la marcha de la “marea rosa” -otro espacio en el que se escuchan mentiras y proliferan temores que retratan las prioridades de la clase más conservadora- fue suficiente para dar ímpetu a la candidata del PRIANRD, lo que deja muy claro que la mayoría de las y los mexicanos no viven la vida en rosa, sino que su realidad y necesidades merecen soluciones serias.
Vale la pena hacer una pausa para reflexionar respecto a que, el avance de Claudia en estos tres debates no es en vano y que más allá de una estrategia política exitosa, se debe al trabajo, la experiencia previa y los resultados que la colocan fuera del molde de una candidatura hueca.
Lo que hoy vemos es producto de un camino que se ha ido trazando desde el modelo de humanismo adoptado por la 4T, que está viendo por un sector de la población que siempre fue dejado atrás: a la fecha, cerca de 5 millones de mexicanas y mexicanos superaron la condición de pobreza, lo que coloca a México como el primer lugar respecto a reducción de la pobreza y desigualdad de América Latina y el segundo lugar entre los países de la OCDE. En cuanto a vivienda, durante los gobiernos de Fox y Calderón se apoyaba a compañías constructoras, pero en este gobierno, por primera vez en 20 años se ha combatido el rezago habitacional. En cuanto a salud, esta administración ha incrementado en más de 30% el presupuesto destinado a dicho rubro, lo que sin duda abona respecto a un problema fundamental en el que aún hay mucho más que hacer.
Lamentablemente, la retórica de las y los candidatos que siguen a Xóchitl Gálvez, se mantiene como un discurso de miedo: basta ver la sarta de incoherencias que se dicen, que van desde ataques a la fe, a los espacios en los que se congregan, la supuesta pérdida de la propiedad privada y lo que ya se ha vuelto recurrente, la “venezolización” de México y el comunismo latente acompañado del derrumbe de instituciones, argumentos con los que se busca generar un temor precisamente para ser dichos candidatos el problema y la solución. Quizá estos miedos encuentren eco en algún sector, aunque lo cierto es que son infundados, pero, sobre todo, innecesarios cuando hay tanto por hacer cuando lo que requiere México es seguir con esta necesaria transformación.
Tras este último debate, visto por casi 14 millones de personas, 8 de 9 casas encuestadoras le han dado la victoria a la Dra. Sheinbaum; quizá más importante, este tercer debate, mostró de manera mucho más clara y contundente, las diferencias entre morena y su oposición, dejando incluso en descubierto, un cierto apoyo de MC al proyecto de la 4T quien de paso da de nuevo una mención al mal actuar del gobierno panista de Chihuahua.
Finalmente, este miércoles tenemos en Chihuahua una vez más la visita de Claudia Sheinbaum, quien como ya he dicho, refrenda su compromiso con el norte a pesar de lo que se quiera decir, y más aún, a diferencia de Xóchitl que ha hecho poca presencia. Por fortuna, con la voluntad de todas y todos ¡Seguiremos haciendo historia!