A raíz de la liberación de ocho militares implicados en el caso Ayotzinapan, normalistas de esa comunidad y aledañas, así como padres de familia, acudieron a los alrededores de Palacio Nacional para realizar una protesta debido al poco avance de las investigaciones en este caso y a este fallo a favor de los implicados en el suceso.
Por lo cual, a raíz de la ira colectiva, algunos asistentes a esta concentración a favor de los 43 normalistas asesinados en el sexenio pasado decidieron tomar medidas más drásticas, por lo que lanzaron petardos y cohetes hacia el edificio.
Esta situación hizo que un total de 26 elementos de la Policía Metropolitana de la Ciudad de México y agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana resultaran lesionados por estos artefactos explosivos e incendiarios.
Esto ocurrió mientras los agentes realizaban un despliegue debido a la presencia de los manifestantes alrededor del Palacio para resguardar el recinto, agredidos en ese momento y siendo atendidos por paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas.
Es de mencionar que la mayoría de los heridos tuvieron que ser trasladados a los servicios hospitalarios debido a la gravedad de las heridas. Posteriormente, los manifestantes se retiraron del lugar.