La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas votó a favor de la adhesión de Palestina como un estado con derecho y autonomía para ser incluido en la organización.
Sin embargo, esta petición no era vinculante y fue meramente simbólica, dejando nuevamente afuera al país musulmán. Esta situación molestó fuertemente a los representantes de Israel, quienes tacharon esta decisión como un premio para los terroristas de Hamás.
Esta solicitud fue emitida por los Emiratos Árabes Unidos, junto con España, Noruega, e Irlanda, entre otros 70 países integrantes de la asamblea, teniendo una arrolladora votación a favor con 143 votos para incluir a Palestina, frente a los 193 países que componen el organismo.
Habiendo 25 votos en abstención, mientras que solo nueve naciones votaron en contra, entre ellas claramente, Israel, Estados Unidos, Argentina, República Checa y Hungría.
A pesar de no ser vinculante, esta resolución otorga a Palestina nuevas competencias, a pesar de su estado actual de estado observador no miembro, lo cual le permite el derecho a voz y participación en la Asamblea General, aunque no tendrá derecho a voto.