El arzobispo Miranda Weckman presidió la santa misa desde la Catedral Metropolitana de Chihuahua, durante la conmemoración del Miércoles de Ceniza, marcando el inicio del tiempo de Cuaresma 2024, haciendo un énfasis en que el ayuno y la abstinencia no son solo prácticas externas, sino que implican un cambio profundo de actitudes y de corazón.
Durante la sagrada eucaristía, el arzobispo destacó la importancia del arrepentimiento y la penitencia, basándose en el Evangelio de San Mateo.
En una concurrida misa en el corazón de la ciudad de Chihuahua, los fieles cumplieron con la ordenanza de recibir la imposición de las cenizas como señal de iniciar los 40 días de recogimiento antes de la celebración de la Pascua. Weckman recordó las palabras del Evangelio, instando a que el ayuno y la penitencia sean realizados con sinceridad y no para impresionar a los demás.
El Miércoles de Ceniza daba inicio al tiempo en que se realizaba el arrepentimiento y el autocastigo público, especialmente para aquellos que habían cometido delitos graves como asesinato o adulterio. Además, se recordaron las fechas importantes de la Semana Santa: Jueves Santo el 28 de marzo, Viernes Santo el 29 de marzo, Sábado de Gloria el 30 de marzo, y Domingo de Resurrección el 31 de marzo.
Al término de la misa, Miranda Weckman invitó a los presentes a recibir el signo de penitencia como preparación para vivir la Cuaresma 2024, que se iniciaba ese día. El Miércoles de Ceniza marca el comienzo de un período de arrepentimiento y preparación para la Semana Santa, recordando la importancia de la reflexión y la penitencia en el camino espiritual de los fieles.