Entre la guerra y la paz elijo…

Por: G. Arturo Limón D.

Durante los años recientes hemos visto cruentos combates, en guerras abiertas y/o cerradas, tan abiertas que hoy DUELEN ENTE Rusia, Ucrania, Israel, Gaza, Yemen, Alemania, Polonia, China, Taiwan, Irán, Libano, entre otros lugares donde ya están o aparecerán los tambores de guerra.

Vemos como las fronteras de diversas naciones se estremecen y a todos nos duelen, y los Congresos como el de Estados Unidos y cárceles como las del Salvador o Ecuador, nos preocupan, ya que lo mismos son escenarios de combates abierto y soterrados que nos desgastan, ademas por si fuera poco la posición genocida de un grupo de oligarcas internacionales echado para adelante desde foros como el de Davos con vocerías como las del FMI, Banco Mundial y otros espacios de influencia económica, unos publicables, otros impronunciables, amagan a la vida colectiva de todas maneras y formas, con las versiones de una cuarta y quinta vacuna ya temida por desconocida, y en el campo del Medio ambiente el estremecimiento en el norte por temperaturas árticas de menos de 40 grados centígrados contrastando con caluroso veranos en el cono sur, que dejan en crisis a la Amazonia, otrora el pulmón planetario y sin duda la femoral hídrica en Sudamérica con su rio Amazonas que hoy languidece por el avasallamiento de la deforestación padecida ya por décadas.
Guerras domesticas cargadas de violencia padecemos en Chihuahua y en todo México, en justicia es menester citarlas con pesar.

Ante esta realidad que avasalla y para no ahondar en lo negativo dire que es necesario buscar referentes de valor para sobreponernos a la guerra y al dolor, aquí refiero hoy a dos maestros en ese artede la Paz ellos son; León Tolstoi y

Mahatma Gandhi y a dos discípulos de ellos, a quienes cito en el corolario, Martin Luther King y Nelson Mandela, si vale tener referentes en este tiempo les elijo a ellos.

“Tolstói y Gandhi: cartas sobre la paz

La imagen de Gandhi envuelto en su túnica blanca, con sus gafas redondas y esa apariencia lampiña que sólo contradecía su ajustado bigote, es un icono mundial de la resistencia pacífica. No en vano, se eligió el 30 de enero, fecha en la que fue asesinado en Nueva Dehli en 1948, para celebrar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Sin embargo, más allá de la leyenda, más allá del sari y de ese puñado de frases que circulan por la red junto a su foto, pocas veces se profundiza en las experiencias que cambiaron la trayectoria de este abogado y lo convirtieron no sólo en la imagen de la liberación india, sino en una suerte de mesías de la paz.

gandhi_mahatmaDe hecho, apenas se alude a un episodio de su biografía que lo marcó profundamente y le ayudó a desarrollar y reforzar su ideal de la resistencia pacífica: la correspondencia que mantuvo con el escritor León Tolstói. El autor ruso influyó de forma determinante en el entonces joven abogado, que se había quedado impresionado con la lectura de El reino de Dios está en vosotros (Kairos): “Me abrumó. Me marcó para siempre”, aseguró Gandhi sobre este libro que fue censurado en Rusia. Tolstói lo había escrito tras sufrir una crisis existencial y refugiarse en la lectura de las Sagradas Escrituras, especialmente en el pasaje de “El Sermón de la montaña”. El autor de Guerra y Paz llegó a la conclusión de que se había traicionado el mensaje original de amor, de solidaridad humana, que está presente en los textos bíblicos. De hecho, este argumento le sirvió para fundamentar el anarquismo, al defender que el amor era incompatible con el Estado, ya que éste utilizaba la violencia y la represión como herramientas:

“El amor o, en otros términos, la aspiración de las almas a la comunión humana y a la solidaridad, representa la Ley Superior y única de la vida. Y eso cada uno lo sabe y lo siente en lo profundo de su corazón (nosotros lo vemos muy claramente en el niño); lo sabe todo el tiempo en que permanece fuera del engaño, de la trama de la mentira, del pensamiento del mundo. Esta ley ha sido promulgada por todos los sabios de la humanidad: indios, chinos, hebreos, griegos y romanos. (…) [Cristo] ha denunciado expresamente el peligro de que sea desnaturalizada por las gentes cuya vida está entregada a los intereses materiales. Tal peligro radica en que se creen autorizados a defender sus intereses por la violencia, o según su expresión, a devolver golpe por golpe, a recuperar por la fuerza lo que ha sido arrebatado por la fuerza, etc.”

Carta de Tolstói a Gandhi, 7 de septiembre de 1910

Tolstói y Gandhi: una admiración mutua

tolstoiTolstói y Gandhi comenzaron esta correspondencia después de que el autor ruso escribiese en una revista su famosa Carta a un hindú. El abogado, que ya conocía la obra de Tolstói (llegó a asegurar que, después de leerla, todo lo demás le parecía “insignificante en comparación con la independencia de pensamiento, profundidad moral y sinceridad” del autor ruso), se puso en contacto con el escritor de Ana Karenina e iniciaron un intenso intercambio de misivas en las que la paz, la resistencia y, sobre todo, la inutilidad de la violencia se fraguaron como sus temas más recurrentes. “El empleo de la violencia es incompatible con el amor, que es la más elevada ley de la vida”, escribía Tolstói en una de sus cartas a Gandhi, quien años más tarde sintetizaría y culminaría algunos de estos conceptos en frases como “ojo por ojo y el mundo acabará ciego”.

La relación se mantuvo hasta meses antes del fallecimiento del autor ruso en noviembre de 1910. Tolstói disfrutó mucho de este intercambio intelectual y llegó a escribir en su diario sobre Gandhi que lo sentía “muy cercano a mí, a nosotros. Cree que la resistencia más poderosa es la resistencia pasiva”. Y no sólo lo creyó: Tolstói no vivió lo suficiente para ver cómo Gandhi acabó convirtiéndose en una leyenda de la revolución pacifista. Una leyenda a la que él mismo había alentado.” (1)

COROLARIO

Lo más difícil consiste en saber unir en uno mismo el significado de todo. León Tolstoi

«Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia.» Mahatma Gandhi

“Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas” Martin Luther King.

“La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podemos prosperar”. Nelson Mandela habló en muchas ocasiones de la necesidad de cuidar a los niños, a los pobres, a los más necesitados y a los que menos tienen.
De este ultimo parrafo es valida la referencia del sentido que debe darse a un par de frases que han acompañado al actual gobierno federal y que me permito citar aqui, “Por el bien de todos primero los pobres” y aunque parezca difícil aceptar hoy recordando lo dicho en su mensaje de no violencia por Gandhi; «Ojo por ojo y el mundo acabará ciego.” El consabido “abrazos no balazos” que es tan vilipendiado pero en contexto de busqueda de paz como el aqui referido me parece poco comprendido por muchos, al tiempo estimo que como el actuar de Gandhi, habrá de ser dimensionado
(1) Publicada en Escribientes Com., 30 enero, 2016, Literatura por Noelia Molanes Costa.