Doña Mariyita a sus 96 años una chihuahuense ejemplar

Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz

A mi mamá le decían «Mariyita» de cariño así nos dijo la Profesora Lilia Proa Morales, al referirse a su madre quién a sus 96 años luce una bella sonrisa y ofrece su corazón a todos los que la rodean, siempre acompañada de una amena plática, ella nació el 18 de febrero de 1927 en San Nicolás de Carretas Chihuahua, su nombre María Eladia Morales Domínguez, amante de la música de antaño le encantan las canciones de Javier Solís y Jorge Negrete, cuando escucha la melodía “Dios nunca muere” se le salen las lágrimas, pues fue el vals que bailó cuando se casó.

Su papá Tomás Morales fue Juez del Ministerio Público en Carretas y su mamá Dolores Domínguez siendo ama de casa crió a siete hijos, Doña Mariyita fue la más chica, ella en su lúcida mente recuerda su niñez cuando jugaba en el río descalza, también recuerda que cuando había fiestas patronales estrenaba zapatos nuevos y acudía a la plaza de toros, cuando cursaba la escuela Primaria una de las materias que más le gustaban eran las actividades artísticas, pues ahí practicaba el canto. 

Ya de joven estudió dos años corte y confección, todos los Domingos paseaba en la plaza con sus amigas, se divertían y cultivaban la amistad, siendo Beatriz Hernández una de sus mejores amigas, a quién recuerda con mucho cariño. Don Tomás Morales buscando nuevos horizontes para su familia se vino a radicar a la ciudad de Chihuahua, ella tenía 17 años.

En esta ciudad capital conoció a Leopoldo Proa quién fue Profesor de la Escuela Secundaria Federal No. 1, con quién tejió una bonita historia de amor y con quién más tarde contrajo nupcias, de ese feliz matrimonio nacieron nueve hijos, Blanca Estela, Leopoldo, Rosa María, Jorge, Marta, Lilia, Norma Angélica, Gladys y Omar.

A los 60 años empezó a estudiar pintura al óleo en la asegurada a lo que pudo hacer unos cuadros de los tarahumaras en la casa de los milagros y además tejió bonitos bordados de mesa resaltando el arte que trae en la sangre.

Una mujer fuerte de gran temple, Doña Mariyita ha sorteado las enfermedades siempre diciendo…no tengo nada, lo único que toma a diario es una pastilla para la presión.

Cuidó con esmero a su esposo Don Polo desde 1993 hasta el 2011 cuando este falleció, ella cuenta y recuerda el día que sufrió su compañero de vida un paro cardíaco logrando sobrevivir, le quedaron algunas secuelas, al caminar casi no podía mover un pie y una mano, pero ella nunca perdió la fortaleza, todo debido a su fé en Dios y sobre todo a la Virgen de Guadalupe a la cual le tiene mucha devoción. Ella asegura que ha habido muchos milagros en su familia gracias a los principios de la fé, cuyo legado ha sido transmitido a todos sus hijos e hijas.

Hace 5 años le pusieron un marcapasos que la hace fuerte, ya se está preparando para esta Navidad contenta, feliz y muy orgullosa de sus 22 nietos y  22 bisnietos.

Ejemplo de vida Doña Mariyita a sus 96 años narra varias anécdotas.

Con las canciones “Volveré” de Diego Verdaguer y “Cómo puedes reparar un corazón roto” de los Bee Gees, ella mira a través del tiempo, como se fueron yendo sus hijos poco a poco al casarse. 

“Me pongo a pensar en mis días de juventud

cuando vivía mi vida

Era todo lo que un hombre desearía hacer

Y nunca podía ver el mañana

más nunca me dijeron sobre el dolor

¿Y cómo puedes reparar un corazón roto?

¿Cómo puedes detener la lluvia caer?

¿Cómo puedes detener el sol brillar?

¿Qué hace al mundo girar?

¿Cómo puedes reparar a este hombre roto?

¿Cómo puede alguna vez un perdedor ganar?

Por favor, ayúdame a reparar mi corazón roto

y déjame vivir otra vez”…

Cuando construimos la casa familiar aquí en Chihuahua era la única casa en la calle Periodismo, esa casa me la hizo mi esposo con todo el amor del mundo, ahí vivimos precariamente, pero poco a poco se fue remodelando, no existía el Hospital Gral. Lázaro Cárdenas del ISSSTE, llevaba a pie a mis hijos a la Escuela Primaria Eloy S. Vallina porque no había camiones. Recuerda los fríos que pasó caminando, su casa estaba rodeada de escombros gatuños y hasta se veía el aeropuerto que estaba donde hoy está la universidad vieja.

Recuerda a sus nietos con mucho cariño,  el mayor es Alex con 51 años y de ahí para abajo Sua, Lupita, Mayra, Nasley, Zaret, Asihua, Paloma, Lilean Thalia, Grisele, Vanessa, Diana, Juanito Yoselin y Michelle, Omarcito y Fabiola. Del nieto mayor tiene una tataranieta

Los bisnietos son 22 Jaime Arath de 9 años heredó de su Bisabuelita el amor por la música actualmente ha tenido presentaciones en el coro del Colegio Cervantes de Torreón presentándose en el teatro NASA en el Centro de Convenciones en la Plaza Mayor y en su escuela. La tataranieta se llama Neyda ya tiene 4 añitos es hija de Alex el nieto mayor.

Con su fortaleza y amor Doña Mariyita a sus 96 años es un ejemplo de vida, cada año sus familiares más cercanos le celebran la vuelta al sol siempre con una sonrisa y con el corazón desbordado.