En el marco del Día Contra la Corrupción, la Secretaría de la Función Pública llevó a cabo este jueves un Simposium Estatal «Juntos contra la corrupción» en el cual se dieron cita especialistas de diferentes dependencias, entre ellos Óscar Jaimes Bello, experto en Transparencia y Rendición de Cuentas y Gobernanza en las Instituciones Públicas, y David Arellano Gaulf, profesor investigador titular de la División de Administración Pública del CIDE. La secretaria de la Función Pública, María de los Ángeles Álvarez Hurtado, destacó que, por ejemplo, la actual administración estatal ha realizado 250 auditorías, lo cual representa un incremento del 600 por ciento respecto a ejercicios del quinquenio anterior, y que el combate a la corrupción, para ser real y eficaz, debe ir más allá del puro show mediático.
La titular de la Función Pública inició señalando que este encuentro de especialistas o simposio era una dinámica para prevenir la corrupción, que refrenda el compromiso del Gobierno con los chihuahuenses.
Recordó que como en la Grecia clásica el simposio era el espacio por excelencia para la discusión y la acción entre personas versadas en un tema específico, el de hoy constituía una magnífica oportunidad para dialogar con expertos sobre un problema lacerante como es el de la corrupción.
«Este evento es el escenario idóneo para diagnosticar, definir y comprender este flagelo que afecta nuestros valores fundamentales y destruye actualmente nuestra sociedad», refirió, para agregar acto seguido que «el compromiso que asumimos en la Secretaría de la Función Pública es poner en práctica lo aquí expuesto, pues tenemos claro que un buen gobierno no puede quedarse en la teoría y sabemos que la acción y la práctica constituye la esencia del servicio público».
Álvarez Hurtado sostuvo que la presencia de la corrupción en una sociedad conlleva disparidades, «instituciones políticas ineficaces e incapaces de cumplir con su responsabilidad, lo que debilita el estado de derecho y el menoscabo a la dignidad humana».
Afirmó que eran conscientes de que si este fenómeno no es prevenido de manera sistemática, no se atiende con un método sólido y no se combate de forma especializada y organizada, definitivamente impacta negativamente en las familias chihuahuenses y frena el desarrollo institucional e impide la prosperidad del Estado.
La titular de la SFP manifestó que este combate se trata de ir más allá de exponer a exservidores públicos, exfuncionarios o el mero espectáculo mediático. Refirió que se trata de combatir y erradicar la corrupción que permea y está presente en muchas «prácticas institucionales cotidianas de muchos gobiernos y que está normalizado por la sociedad y basada en lógicas, que aunque pueden parecer racionales o benéficas a corto plazo, tienen consecuencias devastadoras en mediano y largo plazo»
Prosiguió señalando que esta problemática contribuye a una descomposición social severa Y que por ello en la Secretaría de la Función Pública habían realizado «un esfuerzo institucional sin precedentes» estableciendo políticas, creando programas y llevando a cabo medidas que permitan prevenir y combatir la corrupción y que además contribuyan con una administración pública responsable».
Por su parte, el director general de Pensiones Civiles del Estado, Francisco Hugo Gutiérrez, en representación de la gobernadora, destacó la importancia de este encuentro con el propósito de compartir las mejores prácticas y fortalecer la cooperación para unir esfuerzos para la transparencia y la prevención de la corrupción en este contexto.
Entrando de lleno al asunto, refirió que el combate a la corrupción se ha convertido en uno de los principales problemas identificados a escala global y que se tornó en un asunto político de tal importancia, que se asignan importantes cantidades de recursos y se generan instrumentos para combatirla. «No obstante esto frecuentemente ocurre bajo una retórica simplista de la corrupción como una patología una enfermedad o una lucha maniquea», apuntó.
Aseveró que «la politización inherente a la lucha contra la corrupción provoca que un sistema Anticorrupción difícilmente se logre a través de casos aislados o impulsando espectáculos mediáticos como ya ha señalado nuestra secretaria de la Función Pública».
«Es sustantivo reconocer que la lucha anticorrupción no sucede en el vacío ni está libre de intenciones políticas para contrarrestar. Es importante añadir a este factor político el organizacional puesto que las formas de la corrupción suelen ser sofisticadas desde el punto de vista financiero y criminalístico. Por tal motivo se requiere de estructuras de investigación criminal forense legal y financiera que logren no solo acusar, sino llevar los casos a su éxito legal», concluyó Francisco Hugo Gutiérrez.