Por: Profr. José Ángel Nava Aguirre
Maruchán la marca de la sopa,
que alimenta a Zendejas y Quiroz.
Que serviles por el poder que los arropa,
demuestran con cinismo su hambre atroz.
El magisterio inerme logró una victoria
contra los que blanden el látigo que azota.
Hoy festejan jóvenes y niños con euforia,
de los líderes y gobierno su derrota.
Por fin llegó con la unión y perseverancia la justicia.
Sobre el elitismo inmoral y su estulticia,
dignificando así a la Nueva Escuela Mexicana,
que ya esparce por doquier el sabio aroma que de ella emana.
Los libros deberán llegar a las escuelas,
sin necesidad de que el maestro acuda al almacén.
¿A quién la dirigencia querrá contar las muelas,
atreviéndose a hacer declaraciones con desdén?
Ahora el patrón y sus serviles,
pretextando interacción con los maestros,
adoctrinan a padres para usarlos de ve y diles,
Y ya los inducen para seguir violando los derechos nuestros.
Los maestros emprenderán la nueva lucha,
con su trabajo honesto y su consciencia limpia,
porque saben que la sociedad los apoya y los escucha
por su noble labor transformadora y digna.