Chihuahua, Chih.-La situación migratoria en Juárez se ha convertido en una crisis de magnitud, según declaraciones del Secretario General de Gobierno, Santiago de la Peña. Coahuila y Chihuahua, en particular, están sintiendo los efectos más perjudiciales.
El Secretario hizo hincapié en que los problemas actuales no solo están afectando los derechos humanos, sino que también tienen un impacto directo en la economía regional. La reasignación del personal estadounidense, de puestos fronterizos comerciales a roles orientados al manejo de la migración, ha surgido debido a la incapacidad de México para gestionar adecuadamente los flujos migratorios. La acumulación de migrantes de América Central y del Sur ha resultado en que las fronteras estén prácticamente colapsadas.
De la Peña señaló: “México no pone orden en materia migratoria. Estamos saturando las fronteras con migrantes del centro y sudamericanos, y el gobierno ha parado el comercio para que el personal pueda atender a estas personas”.
Un efecto colateral particularmente preocupante es la decisión del gobierno municipal de Ciudad Juárez de establecer un albergue en una zona residencial. Esta decisión ha desencadenado el descontento y las quejas de los residentes locales, quienes ven afectada la tranquilidad de su comunidad.