En Meoqui descansan los restos del Tte. Cor. Esteban Melgar padre del Niño Héroe Agustín Melgar

Por: Prof. Francisco González Carrasco, Cronista de Meoqui

Esteban Melgar Alvarado nació en la ciudad de México en el año 1794, estuvo casado con María Sevilla, ingresó al Colegio Militar y salió a filas como Sub teniente, a temprana edad, procreó dos hijos que nacieron en Chihuahua, donde prestaba su servicio, uno de ellos el Niño Héroe Agustín Melgar; llegó a Teniente Coronel y en una de sus campañas muere por enfermedad en el Cuartel Militar de San Pablo, hoy ciudad Meoqui, un 5 de septiembre de 1831.

Sus restos descansan en el Panteón de San Pablo en la sección Siglo XIX. Su lápida de cantera que se ofreció como reconocimiento del Pueblo de San Pablo aún se conserva, así como el acta de defunción en Registro Civil. Este hecho lo hace Chihuahuense y Meoquense por defunción.

Procreó a dos hijos uno de ellos lo supero en mucho, ya que fue el cadete Agustín Melgar Sevilla, quien defendió dramáticamente la Patria, junto a otros compañeros cadetes, debido a que eran las únicas fuerzas que estaban disponibles para defender a nuestro país en aquel difícil momento en el Castillo de Chapultepec.

A la edad de 18 años, en el año de 1847, Agustín Melgar participó en la guerra contra Estados Unidos, ahí muere y se inmortaliza como uno de los Niños Héroes del Castillo de Chapultepec, por su defensa de la patria un 13 de septiembre de 1847, obteniendo el reconocimiento nacional y como Chihuahuense distinguido.

Los dos personajes mueren en el mismo mes, pero en diferente año y lugar, una familia de militares, vaya pues nuestro reconocimiento y orgullo que San Pablo como pueblo, y hoy como Ciudad Meoqui, ha estado presente en los hechos históricos y en el desarrollo de los acontecimientos más importantes, de la vida nacional.

Una calle en Meoqui lleva el nombre de Niños Héroes de Chapultepec y otra lleva el nombre de Agustín Melgar Sevilla, además un Jardín de Niños que también lleva su nombre, uno de los grandes Niños Héroes que ofrendaron su vida por la Patria, en 1847 y cuyo padre está sepultado en tierra meoquense dejando una huella imborrable en la historia de este municipio.

Nuestro reconocimiento en el pasado como pueblo de San Pablo y hoy como ciudad Meoqui, a aquellos hombres y mujeres que fraguaron la patria desde los lugares que tenían para consolidarla, en forma especial a los militares, al tener esa vocación, ofrendan su vida para que las generaciones venideras disfruten del país que merecen y los jóvenes y las familias se sientan orgullosos y con voluntad de seguir aportando al desarrollo y crecimiento de nuestro país. ¡Como herencia gloriosa de nuestros Héroes!

Para que este sea un lugar próspero y digno para propios y extraños.

San Pablo hoy Cd. Meoqui, con más de 300 años de historia.