El escudo del rey docente ante la adversidad

Por: Dra. Mariela González López

Este artículo nació a raíz de la muerte de la compañera docente en meses pasados que en paz descanse y deseo que esté en la gloria. Por todos los años que cumplió en el magisterio, con estudiantes, hijos, en su hogar, siendo madre, amiga y una maestra en el estado de Chihuahua. Quise poner en marcha este artículo porque es importante que todos los docentes mexicanos reflexionen en este dilema que se lleva en las aulas día con día, y que desde luego se los llevan como carga personal en la vida y sin duda enferman. Nada más y nada menos cuando a los padres de familia no les gusta tu persona, el trabajo que realizas en la escuela, que el auto común que traes, que si llegas en camión o en tu auto de lujo, que tu cara es hermosa, que eres toda una dulzura, que si respetas a sus hijos, que si por ser escucha activa de sus hijos y comprender su contexto, el amar a los padres o a las madres que si atienden a sus hijos, aunque no es tu trabajo, es decir el ser un rey o una reina en la escuela para sus hijos, el que seas feliz haciendo tu trabajo de docente, para mejorar cada día las condiciones de los escolares, mejorar la calidad de facilitador y de persona en este universo. Por consecuente, el desamparo y el abandono de los padres de familia en el trabajo escolar de sus hijos. Estimado profesor (a), que no te afecte, sino que te empodere para comprender mejor la situación de cada uno de los estudiantes y de las madres y padres de familia. Por ende, lo esencial del trabajo docente, el ser garante de sus derechos, el de la educación integral y el respeto hacia las niñas, niños y adolescentes. Sobre todo detectar y actuar ante la violencia que se suscite en los mismos. Ya que depende mucho de los maestros 4.5 o 5 horas de lunes a viernes, el que ayudes a que se fomente una educación de calidad a cada uno de ellos.

Algunas veces se preguntan los docentes ¿qué tanto hacen los padres en casa cuando sus hijos están en ella? Al docente no le incumbe qué hacen fuera de la escuela. Pero si, el trabajo del docente es solo lo que le corresponde hacer dentro de la escuela, dar un excelente servicio académico. Es decir, un servicio académico transformador en cuanto la planeación escolar que hace semanalmente o quincenalmente, aunque haga lo que haga en ella, si no lo apoyan los padres y madres de familia. Usted no se preocupe, usted siga dando lo que mejor puede hacer, o pida ayuda a sus compañeros de escuela o superiores para seguir aprendiendo a educar, facilitar los conocimientos, servir a los niños y niñas del país, para mejorar sus entornos y su propio intelecto. Si, promoviendo valores, enseñando contenidos acorde al programa de estudios vigente, sus intereses y problemáticas que se presenten en su entorno, y siempre estar enfocado a sus propias metas del sistema educativo. Ser usted mismo, ser feliz en cada clase que usted imparte en un ciclo escolar, con sus niños, con los pocos padres de familia que lo apoyan y con su equipo de compañeros docentes, su director y el supervisor. Siéntase abrigado en el sistema educativo.

Solo es importante que el docente registre cada evento de cuestiones inapropiadas tanto de los estudiantes o de los padres de familia, lo reporte a su jefe inmediato. Pero ¿de dónde obtendrá el docente tanta fuerza y armonía, para seguir siendo un docente ejemplar, feliz y con una mente de querer mejorar su realidad educativa? De tu mente, inteligencia, fuerza, equipo con tus pares, de tu ente natural y humano, el mismo que nace de tu propia persona. Solo recuerda que como docente, no todo lo puedes arreglar, pero si mejorar las condiciones de cada uno de tus estudiantes, el que sean felices en tu aula, todos los docentes tienen ese poder y sino, el don de servir con excelencia a cada alumno con responsabilidad y compromiso.

Entonces estimado docente, si tus padres de familia no te apoyan, no te abandones, mantén tus redes de apoyo o haz nuevas redes de apoyo, sigue tu enfoque educativo el de dar un servicio de calidad a tus estudiantes, mantén tu autocuidado y sigue tu vida personal. Ellos tendrán sus motivos en no interesarles el proceso académico, mientras tanto, tu sigue el ímpetu de hacer lo valioso de tu trabajo, el de ser parte del crecimiento personal y mejoramiento del entorno de tus estudiantes, darles los motivos de que hay mejores escenarios. Sobre todo, ser parte del crecimiento de nuestra nación y de tu valiosa persona. Siente orgullo de ti misma, porque ser valientes es de querer salir adelante siempre, aumenta tu empoderamiento y se feliz con tu estudiantado. Estimado docente no cualquiera lo hace, lo hacen los maestros de alto poder. Que el amor propio, tu valentía, responsabilidad, educación y el de servir a tu comunidad escolar, siempre sea más grande que una tormenta.

Por último, no te abandones estimado docente y enfócate a lo que quieres, descansa cuando lo necesites, se feliz con lo que tienes, sigue estudiando, ahorra, haz ejercicio, date tus lujos cuando puedas, acompaña a los que más quieres, haz buenas amistades y se un docente esperanzador para muchos niños, niñas y adolescentes de este hermoso Estado de Chihuahua.

Que pases un buen día.