Los Aparatos Ideológicos del Estado y la Conciencia Social en México

Por: Dr. Manuel Alberto Navarro Weckmann

«Quien controla la narrativa, controla el mundo» . George Orwell

Louis Althusser, filósofo francés, aportó profundas reflexiones acerca de la estructura y la superestructura en las sociedades modernas, especialmente en su conceptualización de los Aparatos Ideológicos del Estado (AIE). Según Althusser, estos aparatos desempeñan un papel crucial en la reproducción de las condiciones de producción y, por ende, en la perpetuación de la dominación de la clase dominante sobre las clases subalternas. Los AIE son principalmente la escuela, la familia, la iglesia, la cultura (literatura, arte, deporte), el sistema legal, los medios de comunicación, los sindicatos y los partidos políticos.

La función primordial de los AIE es transmitir la ideología dominante de la clase en el poder a las generaciones sucesivas. En otras palabras, moldean nuestra conciencia, determinan nuestra percepción de la realidad y delinean nuestras visiones del mundo. En este proceso, los individuos interiorizan valores, creencias y normas que guían su comportamiento y modulan su relación con el mundo que los rodea.

Tomando el caso mexicano como ejemplo, es posible observar cómo durante al menos tres décadas previas, todos los AIE operaban en sintonía bajo un mismo modelo ideológico. Esta homogeneidad ideológica, a lo largo del tiempo, consolidó una conciencia social que permeó todos los ámbitos de la vida, desde el económico y el cultural hasta el político y el social.

Sin embargo, cuando uno de estos aparatos cambia su dirección, como ha sucedido recientemente en México con el aparato educativo, se genera un desequilibrio. Dicho cambio no implica necesariamente una negatividad, pero sí evidencia la fragilidad y contingencia de la construcción ideológica dominante. La educación, por su poder formador y transformador, tiene el potencial de cuestionar y redefinir las percepciones previamente establecidas, generando así un escenario de tensiones y reconfiguraciones ideológicas.

Esta dinámica nos permite comprender que nuestra percepción de la realidad está condicionada y mediada por estructuras sociales que, de manera sutil pero constante, influyen en nuestras decisiones, aspiraciones y formas de interacción. La vida, en esencia, se moldea a través de las percepciones que se van formando por estos aparatos. Cada cambio, cada desajuste en estos mecanismos, desencadena consecuencias en el entramado económico, cultural, político y social de una nación.

La reflexión sobre los AIE en el contexto mexicano revela la importancia de cuestionar y reevaluar constantemente las bases ideológicas que rigen una sociedad. La capacidad de adaptación y respuesta ante los cambios en estos aparatos puede determinar no solo el rumbo de una nación, sino también la capacidad de sus ciudadanos para ejercer una agencia crítica y transformadora en su realidad. Porque la educación es el camino…

Dr. Manuel Alberto Navarro Weckmann.

Doctor en Gerencia Pública y Política Social y miembro de la Asociación de Editorialistas de Chihuahua

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