Los libros no fueron elaborados al vapor, fueron hechos por maestros y especialistas, y al revisarlos no vemos contenidos inconvenientes ni adoctrinamiento: Wendy Tagle, maestra chihuahuense

Chihuahua, Chih.- Durante los últimos días, sin lugar a dudas, uno de los temas estrella ha sido la polémica en torno a los nuevos libros de texto de la Secretaría de Educación Pública para el ciclo 2023- 2024. Se han posicionado a favor o en contra, políticos y funcionarios de uno u otro color político y en Chihuahua ya habrían sido interpuestos dos amparos por parte de la Asociación Estatal de Padres de Familia y una gobernadora indígena. Así lo daba a conocer la gobernadora Maru Campos Galván, que ha advertido que en Chihuahua no se distribuirán estos libros porque consideran atentan contra la dignidad de los niños, padres y el pensamiento o ideología del 90- 95 por ciento de los chihuahuenses, según sus palabras. No obstante, tras décadas en manos de las grandes editoriales, los de este año son los primeros libros elaborados por maestras y maestros, entre ellos muchos chihuahuenses, como es el caso de la maestra Wendy Tagle. Además de haber participado durante un año en el laborioso proceso de confección de los libros, el jueves también se dio a la tarea de participar en el análisis en físico de los libros implementado por la Secretaría de Educación y Deporte, a través de la Dirección de Investigación y Desarrollo Educativo. Durante el análisis, sostuvo, no encontró en los libros contenido inconveniente para los niños ni adoctrinamiento como tal. Defendió el proceso de elaboración a cargo, en un hecho histórico, por maestros, los cuales negó -como señalan desde algunos sectores- que hubieran sido elegidos por dedazo o por afinidad. Es por ello que lamentó que muchos estén cargando contra los libros sin conocer y haber analizado a profundidad su contenido.

La maestra Wendy Tagle afirmó que era mentira el argumento esgrimido por quienes arremetieron contra los nuevos libros asegurando que los maestros que participaron en su elaboración fueron elegidos por dedazo. Recordó que a finales de julio, primeros de agosto, la SEP emitió una convocatoria a nivel nacional.

«Me llamó la atención porque nunca había habido una convocatoria así y yo dije, no es cierto, los maestros nunca han hecho los libros, pero me voy a meter, nomás para comprobarlo», refirió, apuntando que tras ser aceptada, en la primera sesión se Zoom «érasmos muchísima gente». Destacó que fue una convocatoria a nivel nacional, «si hubiera sido para elegidos o conocidos, pues la verdad, yo soy una de las maestras desconocidas, vamos a decirlo así, no figuro en nada, porque así siempre ha sido mi forma».

Empezó señalando que la elaboración de los libros «fue un proceso largo, no fue algo sencillo», que inició hace un año y precisó que no empezó inmediatamente con el desarrollo de contenidos, sino que primero se dio una capacitación de la forma de trabajo o metodología, que fue la «de proyectos aprendizaje basado en proyectos».

Para poder abordar y elaborar un tema los participantes fueron capacitados para saber o recordar cómo se trabaja por proyectos. Posteriormente, señaló, recibieron «un curso de muchísimas horas», consistente en una serie de conferencias y capacitaciones impartidad por expertos de la UNAM y de diferentes instituciones reconocidas de México, es decir todo especialistas. Es por ello que la maestra Tagle enfatizó que «nadie fue sacado al vapor».

Dicho curso tuvo el efecto de un filtro. De los muchos maestros que iniciaron en toda la República, algunos fueron saliendo del proceso porque era muy pesado, algunos declinaron, y otros no pasaron «o no sé si les hayan eliminado».

«Sí se fue depurando. Mucha gente declinó porque la verdad era un trabajo exhaustivo, había conferencias en la mañana, a mediodía y en la noche. Había veces que estábamos todavía en tutorías a las 11 y media de la noche, ahí sentados y es muy cansado, porque incluso la familia en algún momento lo llega a reclamar, a demandar, … ‘nada más estás en conferencias’. Los que trabajamos en el turno, en la mañana, las conferencias teníamos que tomarlas saliendo, se quedaban grabadas y había que tomarlas porque si no, no podías elaborar. Entonces, yo llegaba, me sentaba en la mesa y ponía la computadora a un lado. Podemos decir que parte de mi familia tomó las conferencias ahí sentada conmigo», compartió la maestra chihuahuense.

Tras elllo, llegó la fase elaboración de los proyectos y contenidos, el cual la maesta Wendy Tagle hizo hincapié en que «fue muy largo, fue revisado por especialistas, los libros no fueron hechos a vapor».

«Nosotros participamos en la elaboración de diferentes temas y a cada quien se nos otorgó un tema de diferentes libros. Entonces en ese trabajamos, hubo muchas correcciones, parecía que estábamos haciendo una una tesis de nuestro trabajo y se fue puliendo. Cuando ya fue aceptado, pasó a los editores los editores, que se encargaron de de darle el formato para los libros de texto», prosiguió explicando la docente chihuahuense.

«Seguramente ahorita hacen ruido muchas cosas a las cuales no estamos acostumbrados, pero no hemos entendido… ayer escuchaba una frase que me encantó que dice el lenguaje está vivo y si el lenguaje está vivo, el lenguaje cambia. Entonces, no alcanzamos a entender a veces el por qué las necesidades de cambiar o de implementar algunos temas en nuestros nuevos libros de texto, verdad», aseveró.

«Obviamente eso pues afecta a cierto grupo de personas que sus ideologías, pues los llevan para otros lados y eso es también es respetable, lo entendemos a la perfección», añadió.

No obstante, Wendy Tagle, quien además de participar en el proceso de elaboración de los contenidos, también participó el jueves en la revisión de los nuevos libros implementada por la Secretaría de Educación y Deporte de Chihuahua, sostuvo que «no encontramos nosotros en el análisis algo que fuera ofensivo hacia los demás o algo que estuviera adelantando a los niños a lo que a lo que es una niñez, a lo que es su edad, yo lo veo así».

La maestra Tagle recordó que hoy en día los niños tienen acceso a diferentes fuentes de información, «televisión, YouTube, TikTok, miles de cosas que muchas veces, desafortunadamente, no son supervisadas al 100 por ciento por un adulto y que sabemos bien, que ellos tienen acceso a tipo de información que no es apta para ellos».

Dicho esto, destacó que la elaboración de los libros de texto no es una empresa fácil, pero que los especialistas y los maestros que estuvieron trabajando en en ellos «buscamos que la información que ahí venga sea adecuada para la edad de los niños, están fundamentados en el pedagogía, no es tan fundamentados en lo que a uno le haya parecido».

Partiendo de esa premisa, lamentó que se esté juzgando los nuevos libros y su contenido, en la mayoría de ocasiones sin haberlos tenido delante, conocerlos y haberlos revisado en todo su contexto, no de forma sesgada.

«Entonces, juzgar un libro o su contenido no más, porque es la tendencia juzgar por juzgar, no es la manera correcta para poder juzgar un libro, hay que sentarse hay que leerlo, hay que encontrar, a lo mejor hay cosas con las que no estoy de acuerdo, (…) hay que hay que analizar a profundidad, no puedo emitir un juicio, sino conozco algo», aseveró Wendy Tagle.

En este punto, la maestra puso un ejemplo muy gráfico. Señaló que si ella iba al supermercardo y agarraba una naranja, sabía que se trataba de una naranja, pero hasta que nola parte y la prueba no puede asegurar si es agria o dulces.

«Es lo mismo con nuestro nuevo libros de texto hasta que no los descubrimos vamos a saber si son funcionales o no son funcionales. Hay un cambio drástico en cuanto a su formato, en cuanto a la forma, eso sí es correcto, pero los maestros tenemos un año analizando el nuevo plan y programas, así que no podemos decir que desconocemos», sentenció.

Wendy Tagle apuntó que algunos contenidos fueron basados en las culturas del sur Centroamérica y quizá por eso también esté haciendo mucho ruido esto, considerando injusto que se hable de un doctrinamiento por una portada elaborada por los editores.

Una portada que, reconoció, «que ha hecho demasiado este ruido por ahí, pero no terminamos de entender que es nuestra realidad, no significa que lo estamos aplaudiendo o aprobando, simplemente lo estamos respetando todas las personas por derecho, tenemos que ser respetadas. Entonces no no importa la ideología que tengan, pero tenemos derecho a respetar, a recibir respeto, es mi forma de pensar y también de hacer».

«Yo considero que esa portada los diseñadores lo vieron en esa en ese margen, porque eso sí, nosotros no hicimos la ilustración, no fue por parte de nosotros. Entonces, no considero que sea algo de adoctrinamiento de una ideología específica, no es así», sostuvo la maestra Tagle, recordando que en este trabajo se implicaron pedagogos que tienen décadas de experiencia, al igual que maestros con décadas de servicio y una formación normal.

«Pero la sociedad no lo sabe todo todo, (…) ellos se van por una portada o por un error de edición, creo que hubo ahí un error de edición ahorita precisamente lo estaba buscando (…) también en el sistema solar, que por ahí alinearon dos dos planetas, pero es cuestión de edición, son errores pero los libros de texto en general, en toda la historia, siempre tienen errores». Destacó que, dentro de las muchas tareas y funciones de los docentes, está la de de ver y revisar los temas antes de compartirlo con los niños porque los libros de texto siempre han tenido errores.