Por: Profr. Juan Carlos Orozco Andrade
Se tiene que ir el Profesor novel, un profe que estudio en la Facultad de Ciencias de la Cultura Física de la Uach. Además, cuenta con una maestría que le abona poco a su raquítico sueldo, una prestación que por fortuna aun se mantiene para el magisterio estatal.
Como un antecedente de manera breve es importante mencionar aquella campaña que se inicio directamente en contra del magisterio nacional (2000), la cual con el financiamiento de asociaciones civiles como “Mexicanos primero” quienes bajo el mando del famoso Claudio X. González financió la película de Carlos Loret de Mola; aquella que de manera sesgada y con toda saña denostaba el trabajo de las escuelas públicas del país. A toda esta campaña se le unió el gobierno de Vicente Fox, la misma ex líder del SNTE Elba Esther Gordillo, asi como la Unión Nacional de Padres de Familia. Se trato de imponer un modelo neoliberal en nuestra educación, romper con la historia de la educación pública universal; un logro del mismo pueblo.
Con lo anterior, se dio inicio a una agresión constante hacia el magisterio, en la que se nos culpa de la tragedia nacional con el beneplácito del mismo SNTE que solo atino a callar, lo cual nos llevó a un máximo que concluyo con la reforma educativa aprobada por el Pri, Pan y Prd en el 2014, esta misma que de manera tajante inicio con la evaluación de cada maestra y maestro a nivel nacional, de la cual era aceptable la exigencia de certificación de cada docente, pero no su carácter punitivo y mucho menos evidenciar las deficiencias de las cuales el mismo estado fue, y es responsable al no proveer en todos los docentes las capacitaciones, actualizaciones y la formación adecuada.
Con la reforma del 2014 se emite la Ley General del Servicio Profesional Docente, esta elimina el poder de ingreso del personal docente por vía sindical y entrega directamente a la autoridad educativa el ingreso o incremento de horas. En la actualidad este mismo organismo es conocido como “Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros”. Esta se encarga dentro de la mayor oscuridad interpretar sus normas de acuerdo con sus necesidades o políticas administrativas a crear los mecanismos anteriormente mencionados.
Lamentablemente el máximo de horas que se asigna a un docente de nuevo ingreso es de 15 por semana, esto se refleja en un sueldo de aproximadamente $ 4000. 00 (cuatro mil pesos) a la quincena, sin prestación alguna más que el servicio médico y cuentas individuales. Con la esperanza de llegar a su jubilación casi a los 70 años de edad y mas de 45 años de servicio.
Es por eso, por lo que el profe se tiene que ir, dejar la escuela en la que sus alumnos disfrutan de sus clases que son preparadas entre sus dias libres, aquellas que planea en su casa los dias sábado o domingo. El Profe que todas nuestras alumnas y alumnos pelean por estar con él.
Se va en busca de una mejora económica para él, su esposa e hija de 9 años. Su sueldo no le permite tener una vida cómoda, holgada en la que pueda proveer de lo necesario a su familia.
Se va al “chuco” para poder pagar sus deudas y poder mandar para que disfrute su familia de lo que no le permite un sueldo de ocho mil pesos mensuales. Se ve en la necesidad de meter un permiso sin goce de sueldo por 5 meses, esto le afectara al regresar si es que lo hace; en su aguinaldo y servicio médico. Esta situación se vive en la mayoría o en todos los docentes que ingresan al servicio, tiene que pasar tiempo para lograr un incremento en un proceso amañado por la autoridad en la que los limita a tener la oportunidad de incrementar su salario que ya no es respaldado por las diferentes prestaciones que fueron entregadas por traidores al magisterio (RFB y EA).
Bajo la retorica del gobierno federal, en donde ofreció en el mes de mayo que ningun trabajador de la educación tendrá un sueldo menor a diez y seis mil pesos mensuales es necesario que se aplique de manera urgente, como una prioridad nacional para dignificar al magisterio en los hechos y no solo en el discurso mañanero.
Cada trabajador de la educación como lo son nuestras compañeras secretarias, trabajadores manuales, prefectos, trabajadoras sociales y todos aquellos docentes de nuevo ingreso, deberán tener un salario digno que afiance su labor en beneficios de los niños, niñas y adolescentes. No es poca cosa tener el destino de millones de futuros ciudadanos en sus manos.
Se ha mejorado en el incremento al salario anual en los últimos años, pero falta mucho por hacer a favor de un verdadero salario profesional del magisterio, se tiene que ir mas allá, no permitir que una maestra o maestra nos diga que se gana mas vendiendo tacos, ropa o en estados unidos; que cada uno de ellos se sienta valorado y dignificado en su labor. Que mejor que un salario profesional para él y su familia. Que asi sea.