Entre sonrisas de los niños y recuerdos agridulces, continúan la tradición que su papá inició hace más de 40 años

Chihuahua.- Para muchos la época navideña significa una temporada feliz, pero para Dani y su familia se ha convertido en una época agridulce, y es que su padre, quien hace más de 40 años inició la tradición familiar de brindar alegría a los niños que visitan el centro de la ciudad de Chihuahua, falleció a causa de las complicaciones del Covid-19 el pasado mes de septiembre; Dani y su familia continuarán con la tradición, valorando las sonrisas de los niños y niñas que se acercan a Santa Claus, y extrañando y recordando las enseñanzas que Daniel Acosta les dejó.

En la casita de Santa, ubicada en la calle Libertad y 5a., casi enfrente de Mr. Cachuchas, no solo está el hermoso pino de navidad, los muñecos de peluche de Winnie Pooh y Mickey Mouse, los renos, las paredes de ladrillo y el maravilloso Santa Claus esperando a los pequeños que acuden a saludarlo, también se encuentra el trabajo de 44 años que inició Daniel Acosta, el trabajo de su madre en los detalles de Santa, la instalación de la estructura por parte de él y su hermana, y la atención de la casita de Santa por parte de todos, desde las 11 de la mañana hasta las 8 de la noche, además del amor y la pasión que su padre y guía ponía cada año desde que se acercaban las fechas de navidad.

Dani Acosta mencionó que este año ha sido muy diferente, ya que hace falta el pionero de la historia que comenzó desde antes de que se cerrara la calle Libertad, en la Plaza de Armas, para posteriormente, cuando se peatonalizó la misma, ubicarse en la mencionada calle comercial donde su padre permaneció por más de 30 años, tradición que él espera poder continuar, si las autoridades lo permiten.

Desafortunadamente la pandemia azotó a su familia, impactando a su papá, quien duró 22 días en casa, con oxigeno, y tristemente falleció por las secuelas de esta enfermedad.

Dentro de los recuerdos que Dani tiene, en todos los años que lo acompañó durante este hermoso trabajo, está el ver a su papá feliz, con tanto empeño, con esfuerzo, además de seguir al pié del cañon a pesar de las trabas que año con año ponen las autoridades en referencia a los permisos. para poder instalarse, además de los dos años que se vivió a causa de la pandemia, en donde la incertidumbre reinó por la contingencia implementada para contener al coronavirus.

«Hacer el trabajo bien, como a él le gustaba, hacer todo bien, con amor, como él decía: hacer todo con amor, para que la misma gente se lleve un mejor recuerdo de Santa Clouse y atenderlos con todo el cariño; nos toca todo tipo de gente, pero se les tiene que atender con amor, el Santa Clause atendiendo muy bien a los niños, que la fotografía quede muy bien, la escenografía tenerla al 100%, checar que no te falle una luz, que no te falle una foto, porque la misma gente te dice: que bonito Santa Claus, que bonita foto…», enfatizó Daniel Acosta al recordar que hay días que son muy pesados, en los que se tiene que aguantar fríos, aires, «pero seguimos aquí al pie del cañón».

Al finalizar, convencido y con orgullo indicó que seguirán la tradición, «si, la vamos a seguir, antes eramos los cuatro, mi papá hacía unas cosas, mi mamá y mi hermana hacían otras, y ahora tenemos que dividirnos el trabajo, las cosas que él hacía, por seguir la tradición».