Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
Si la génesis de las organizaciones gremiales mandata buscar mantener los beneficios y prestaciones logradas pero además buscar la conquista de algunas más aún no contempladas, esto no significa que en aras de ello, se pretenda engañar o confundir a los y las docentes con situaciones fuera de lógica pero sobre todo de la normatividad aplicable.
Es imperioso ser estrictamente responsable en el decir y el actuar para evitar malas interpretaciones, suspicacias o finalmente levantar falsas expectativas que en nada abonan a la unidad y menos a la credibilidad de quien expresa o actúa contraviniendo los cánones de la verdad.
Por ello, si bien es cierto llama la atención la gran cantidad de pendientes que se encuentran en las distintas oficinas que atienden los asuntos magisteriales, lo más prudente y honesto es informar el estatus en el que se encuentran dichos asuntos, envolver con argumentos pretendiendo convencer a los destinatarios que los casos están cerca de resolverse cuando no lo están, únicamente genera esperanzas que pueden convertirse en tristes realidades.
La verdad puede ser dura y en muchas de las ocasiones no es por falta de atención, de gestión, de pláticas o negociaciones, es simplemente que el poder de la Ley vía decretos, reglamentos o regulaciones prohíbe o inhibe el alcanzar los objetivos o peticiones pretendidas; doloroso y lamentable, sí, pero ante lo implacable de la normativa solo queda la voluntad de las partes y el techo financiero, por supuesto, para atender aquello que implique erogaciones económicas.
Por ello, es hilarante el que irresponsablemente algunos actores docentes por conducto de ciertas agrupaciones o asociaciones, por ejemplo, anuncien que de nuevo habrá “créditos hipotecarios” para los maestros Estatales, para los federales sabemos que éstos, aparte de ser un beneficio extraordinario es real y vigente por medio del FOVISSSTE, pero para aquellos que sirven al Estado hace muchísimos años que a través de alguna instancia gubernamental como Pensiones Civiles ya no existen, así que este tipo de engañosas y ridículas propuestas hablan solo de la perversidad y falta de honestidad de los grupos que lo promueven. O si lo que quieren decir es que ellos como asociación civil gestionarán y tramitarán a los maestros y maestras ante las diversas instituciones bancarias sus respectivos créditos para adquirir su casa, pues hay maneras de decirlo con mayor claridad.
Existen diversidad de temas y problemáticas que atender, el camino es el manejarse con mesura, prudencia y extrema responsabilidad para dar a conocer los alcances y posibilidades reales del logro de los objetivos.