Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz
Fueron 200 cadetes del Colegio Militar quiénes se hicieron cargo de la Defensa del Castillo de Chapultepec, sumándose a ellos 632 soldados del Batallón de San Blas.
El ejército invasor ya se había apoderado del Castillo de Chapultepec, fue una cruenta batalla dónde el número de soldados estadounidenses que eran cerca de 7 000 superaban al ejército mexicano con tan sólo 2 450 hombres que se encontraban en las faldas del castillo, que cuerpo a cuerpo lucharon por defender la soberanía de México.
Escalaron el Cerro y se apoderaron del Castillo los estadounidenses, los Generales Nicolás Bravo y Mariano Escobedo dirigían a los Cadetes del Colegio Militar y el Coronel Santiago Xicoténcatl al Batallón de San Blas que prestos a la defensa de la Patria se enfrentaban sin pensar que el número era cuantitativamente mayor.
Había un motivo, la defensa del territorio, la Patria que los vio nacer, lucharon incansablemente hasta encontrar la muerte, muchos de ellos niños adolescentes de entre 15 a 17 años, en el combate fallecieron 6 niños…” Los Niños Héroes de Chapultepec”.
El Día de hoy se celebran 175 años de esa Gesta Histórica que se llevó a cabo en el Siglo XIX en dónde el Capitalismo como orden económico buscaba expandir fronteras que requería mercados para la venta de sus mercancías y la obtención de materias primas, adoptando el modelo del liberalismo económico potencias económicas cómo Francia, Gran Bretaña, y Estados Unidos de América se apropiaron del mismo y en sus afanes expansionistas dio lugar la Guerra de Estados Unidos y México. Surge la amenaza para México y en los espacios de decisión Gubernamental Estadounidense resuena cada vez más fuerte el lema de la Doctrina Monroe “América para los Americanos”.
Unos hechos tras otros se fueron sucediendo, la compra de Louisiana, la anexión de Texas en 1845, James Polk Presidente de Estados en un afán expansionista buscó un pretexto para avanzar militarmente sobre territorio mexicano.
La anexión de Texas a Estados Unidos fue considerada por el Gobierno Mexicano como “una declaración de guerra” y el 13 de mayo de 1846, el Congreso de Estados Unidos declaró formalmente la guerra a México.
La desorganización del país, la ausencia de liderazgo y la escasez de recursos materiales y humanos del ejército fueron factores que contribuyeron al éxito de las tropas estadounidenses.
En plena guerra contra Estados Unidos se restableció el Federalismo, Santa Anna quién se encontraba desterrado en Cuba regresó al país y se puso al frente.
Fueron varias batallas que se libraron heroicamente por nuestros cadetes mexicanos, pero fue la del Castillo de Chapultepec el 13 de septiembre la que tuvo más trascendencia política, pues la caída de Chapultepec representó la nueva renuncia de Santa Anna y la ocupación de los estadounidenses en la Ciudad de México. Guerra que se resolvió con un Tratado de Paz, Límites y Arreglo Definitivo entre la República Mexicana y Estados Unidos con la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo el 2 de febrero de 1848.
En dicho Tratado se aceptó el Río Bravo como límite meridional entre los territorios de Texas y Nuevo México, cediendo México más de la mitad de su territorio a Estados Unidos. Posteriormente en 1853 se anexa La Mesilla.
En honor a esta gesta heroica y en recuerdo de estos 6 cadetes caídos en el Castillo de Chapultepec conocidos como «Los Niños Héroes» cada día 13 de septiembre se celebra esta gesta heroica como una fecha cívica en México.
Agustín Melgar…PRESENTE
Fernando Montes de Oca…PRESENTE
Francisco Márquez…PRESENTE
Juan de la Barrera…PRESENTE
Juan Escutia…PRESENTE
Vicente Suárez…PRESENTE
Amado Nervo escribe en 1903 el Poema a “Los Niños Héroes de Chapultepec”. Aquí algunas estrofas del poema…
Como renuevos cuyos aliños
un viento helado marchita en flor,
así cayeron los héroes niños
ante las balas del invasor…
Allí fue… los sabinos la cimera
con sortijas de plata remecían;
cantaba nuestra eterna primavera
su himno al sol: era diáfana la esfera;
perfumaba la flor…, ¡y ellos morían!…
Morían cuando apenas el enhiesto
botón daba sus pétalos precoces,
privilegiados por la suerte en esto:
que los que aman los dioses mueren presto
¡y ellos eran amados de los dioses…
Los dioses nos robaron el tesoro
de esas almas de niños que se abrían
a la vida y al bien, cantando en coro…
Allí fue… la mañana era de oro,
Septiembre estaba en flor…
¡Y ellos morían!…
Morir cuando la tumba nos reclama,
cuando la dicha suspirando quedo,
“¡Adiós!», murmura, Y se extinguió la llama
de la fe, y aunque todo dice…
«¡Ama!», responde el corazón: «¡Si ya no puedo!”; …
Porque más que la vida, bien pequeño;
porque más que la gloria, que es un sueño;
porque más que el amor, vale, de fijo,
la divina oblación, y en una losa.
este bello epitafio: «Aquí reposa;
dio su sangre a la Patria: ¡Era un buen hijo!»…
Descansa, Juventud, ya sin anhelo,
serena como un dios, bajo las flores
de que es pródigo siempre nuestro suelo;
descansa bajo el palio de tu cielo
y el santo pabellón de tres colores…
Señor, en cuanto a ti, dos veces bravo,
que aquí defiendes el hollado suelo
tras haber defendido el suelo esclavo,
y hoy en el sitio dormirás al cabo
donde el águila azteca posó el vuelo; …
¡Ven, únete a esos niños como hermano mayor,
pues que su gloria fue tu gloria,
y llévalos contigo de la mano
hacia él solía de Jove soberano
y a las puertas de bronce de la Historia!…
