– Busca Benjamín Carrera proteger derecho de los ciudadanos al agua como prioridad sobre cualquier actividad económica
– Se exhorta a la Conagua informar sobre mecanismos y competencias que se empleen actualmente para detectar, prevenir y sancionar la extracción ilegal de los títulos de concesión
Chihuahua.- Ante las actuales circunstancias de sequía en la entidad, así como la sobreexplotación por parte de industrias y la débil legislación respecto a los permisos de explotación, el diputado Benjamín Carrera presentó una iniciativa para reformar el artículo 1 de la Ley del Agua del Estado de Chihuahua.
El diputado Benjamín Carrera Chávez expuso que la iniciativa pretende que esta ley garantice el derecho al acceso al agua para consumo doméstico y consumo humano, el cual deberá privilegiarse ante cualquier otra actividad económica, sea industrial, agrícola o de otra índole.
Indicó que el abastecimiento de agua y la cobertura de servicios de saneamiento deben ser considerados una prioridad sin discriminación para los sectores más vulnerables de la población.
El legislador recordó que el estado de Chihuahua atraviesa por críticas circunstancias de estrés hídrico derivadas del cambio climático, el crecimiento de la población urbana y la industria, por lo que el consumo del recurso también ha aumentado sin regulaciones que blinden el derecho humano del acceso al agua.
Aunado a la situación de sequía existe un problema respecto a la regulación de la extracción de aguas subterráneas y los volúmenes de agua que realmente son explotados a través de títulos de concesión otorgados a empresas, que se suman a las solicitudes de prórrogas de concesión y la vigencia de las mismas.
En ese sentido, destacó el sector industrial en la agricultura que utiliza el mayor porcentaje de agua en el país, donde existen empresas transnacionales que han obtenido concesiones para extraer cifras que equivalen al consumo de una semana de 819 millones 765 mil usuarios domésticos de agua, lo cual pone en evidencia por qué México es el segundo lugar en Latinoamérica en cuanto a estrés hídrico.
En México, al menos 133 mil millones de litros de agua se utilizan para producir alimentos ultra procesados, el equivalente al consumo doméstico del estado de Guerrero en un año, lo que abona a la crisis no solo de agua sino al deterioro ambiental y de salud de la población.
“Si bien es necesario aceptar que las empresas pueden contribuir positivamente al disfrute de los derechos humanos, también pueden menoscabarlo; por ejemplo, a través de procesos que contribuyan a la contaminación, la sobreexplotación o la apropiación de los recursos hídricos que las comunidades necesitan para consumo personal”, indicó el diputado.
Agregó que las labores de fiscalización y transparencia respecto al consumo de agua deben ser tomadas como un tema de interés no de unos pocos, sino de supervivencia, por la relación que pueden tener no solo con los aspectos obvios sino con los efectos sobre el medio ambiente y la salud de la población en general.