Por: Rosalío Morales Vargas
Por más que la indolencia se amontone
En un rincón sombrío y miserable
Mientras la voluntad no se erosione
Saber su paradero aún es viable.
No habrá desesperanza que aprisione
Al indócil espíritu indomable
Aunque el poder oculto se obsesione
En encubrir un hecho deleznable.
Para evitar que algo nos manchara
Crecer en pundonor y dignidad
Y así que la verdad emerja clara.
La espera fecundada de ansiedad
Con amor lavará la sucia cara
De un tiempo de ceniza y turbiedad.
(A 94 meses de la noche negra de Iguala; Ayotzi vive, la lucha sigue)