Por: Profr. Fernando Alvarez Montoya
Sin duda, aún a pesar del ejercicio de democracia (representativa) realizado el pasado mes de abril por el magisterio estatal agremiado a la sección 42. La sección –se suma- sigue como es y fue su historia en el sindicalismo oficialista (charro) del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. SNTE. Lo anterior es evidente, porque Comité Ejecutivo Seccional y el nuevo Secretario, manifiestan una obediencia y sumisión total al Comité Ejecutivo Nacional. Incapaz por su trayectoria oficialista de separarse de su origen (charro) el dirigente actual de la 42 y muchos que ahora conforman el nuevo comité.
El elegido por la mayoría tiene sin duda, legitimidad aunque, una minoría es decir; muy pocos tomaran la decisión de elegir a quien sería el nuevo secretario general sin mostrar sus perfiles ni antecedentes “oficialistas”. Lo antes escrito muestra una ambigüedad porque, aunque haya sido elegido por la mayoría no representa sus auténticos intereses, representa los intereses de los que lo eligieron como candidato y del dirigente nacional del SNTE Alfonso Cepeda Salas. La esencia de la democracia –(en este caso)- no es el confirmar al candidato impuesto o propuesto por una minoría (democracia representativa) –muy similar a la que usan los partidos políticos–. Ellos (la minoría) eligen a quien será el ungido que, lo confirmará una mayoría en una auténtica democracia representativa.
Lo torcido y las triquiñuelas del reglamento emitido por el CEN del SNTE permitió que los Secretarios Generales de casi todas las Secciones sindicales del país quedaran los mismos charros nada más que vestidos de democráticos gracias a las reformas de la 4T; por cierto, aún no lo reconocen y, es capaz que lo desconozcan. Esto, permite que exista una total impunidad para los que se van henchidos de dinero y que siga la corrupción.
En la sección 42 ‘’todo cambio, para que todo siga igual’’ La misma gata, solo que revolcada.
Poco conocido, sin ninguna medalla en la lucha magisterial disidente el flamante nuevo Secretario General ya fetichizado por esa minoría que lo nombró… – no dicen- que salió de emergente. En la propuesta pudiera haber sido cualquiera, solo que cumpliera con el berenjenal de los requisitos y lo tramposo del reglamentos del CEN del SNTE.
La sede del poder no es el Comité Ejecutivo Seccional, ni del nuevo Secretario General. La sede del poder radica en la base magisterial que es la mandante y es la que tiene que elegir en base a una democracia participativa a sus representantes sindicales.
El hecho democrático realizado hace 4 meses empieza a desdibujarse por los hechos concurrentes en días pasados en los que lo se notaba que lo importante era luchar por rescatar lo perdido. Esa lucha se desvaneció. Lo importante—al parecer– ahora es gozar de lo superfluo mientras muchos carecen de lo necesario.
Lo que se está viviendo y viendo ahora en las próximas elecciones a realizarse para los cambios delegacionales de la sección es una difuminada desinformación de la base magisterial de a quien elegir.
El neo- charrismo olvidando sus orígenes y sus luchas deja de ser impoluto y sigue a pie juntillas las huellas del charrismo oficialista recientemente derrotado. Embriagado no se da cuenta de que en las próximas elecciones para cambios delegacionales es muy posible la llegada de los prianistas, panalistas y charros de cepa. Su pretendido regreso debe de prender focos rojos ya que alquien desde adentro les está abriendo la puerta a los que tanto daño le hicieron al magisterio. Charros dinosaurios ….(¿@*&%$#as) que tenían secuestrado al sindicato. El charro siempre será charro. Solo le es leal a su origen. Es de los que antepone sus intereses personales a los intereses de los trabajadores de la educación. Los traiciona.