Rinden multitudinaria y sentida despedida con misa de cuerpo presente a padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús

Chihuahua, Chih.- La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en Chihuahua albergó el mediodía de este sábado la multitudinaria y sentida misa de cuerpo presente en honor a los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora, asesinados este pasado lunes, junto al guía turístico Pedro Eliodoro Palma, al interior de la iglesia de Cerocahui, Municipio de Urique, a la que dedicaron décadas de años de servicio y en cuyo atrio descansarán sus restos mortales a partir del lunes. La ceremonia de hoy contó con la presencia de autoridades de la Iglesia y la Compañía de Jesús, y la aparente ausencia d autoridades de los diferentes órdenes de gobierno.

La misa solemne, que inicio al son de los bailes ancestrales de las hermanas rarámuris alrededor del atrio y de los féretros de los dos jesuitas, fue oficiada por el Arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Wechmann, si bien una parte del oficio, la más personal, estuvo dirigida por el padre jesuita Javier «Paro» Ávila.

Ante una parroquia abarrotada de público, el Arzobispo lamentó que a los hermanos Javier y Joaquín les fuera arrebatada de forma violenta.

Enfatizó que no obstante no debían desesperarse ante este tipo de hechos indeseables.

Por su parte, el padre Ávila empezó señalando que los congregaba la celebración de la vida, la parte más angustiosa de la vida. Lamentó la pérdida de sus dos hermanos de congregación justo en la parroquia y la comunidad a la que por décadas rindieron servicio.

Destacó que la pérdida de forma violenta no significaba resignación e hizo hincapié que no les iba a hacer abandonar su misión en las comunidades de la Sierra Tarahumara.

Hizo hincapié en que Javier Campos y Joaquín Mora durante más de tres dècada lograron llevar la Palabra de Dios y la fe a Cerocahui y sus alrededores.

En su intervención, el «Pato» Ávila afirmó que estos hecho evidencian la impunidad imperante ante el crimen en el país y pidió directamente al presidente de la República Mexicana, Andrés Manuel López Obrador, revisar su política de seguridad pública, ya que «los abrazos ya no cubren los balazos».

Cabe destacar que al mismo tiempo en el exterior del templo cientos de personas seguían la ceremonia a través de una pantalla gigante habilitada en la calle contigua.

Tras la misa solemne, los cuerpos fueron sacados por el pasillo central por la puerta de la 20 de Noviembre.

Los restos mortales serán llevados de vuelta a Cerocahui dónde serán velados mañana domingo y ya el lunes recibirán santa sepultura en el atrio de la iglesia de la comunidad.