Chihuahua, Chih.- Desde el día de ayer el Padre Javier “Pato” Ávila Aguirre denunció el asesinato de sus hermanos jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora en la localidad de Cerocahui y no dudó en señalar que los autores habrían sido gente del líder delincuencial conocido como “El Chueco”. Con dolor y rabia compartía el siguiente mensaje tras conocer los hechos:
“Ya no puedo callar y necesito compartirles mi dolor. Estaba yo saliendo de Creel hacia Chihuahua, a medio día, cuando me llamaron de Cerocahui para decirme que “El Chueco”, cabeza de delincuentes, acababa de matar a Javier Campos y a Joaquin Mora, ambos hermanos míos jesuitas. Lo tuve que callar porque había amenazas sobre la Comunidad si acaso hablaban.
La noticia ya corrió y empiezan los operativos para buscar al homicida quien, además, se llevó los cuerpos y no sabemos cuándo los regresarán. Son muchos los detalles, pero no es el momento más que para compartirles mi dolor, mi rabia, y también mi fe en el Dios de la vida que nos sigue llamando a dar la vida por los demás y a no detener nunca el paso, porque nos queda mucho por andar. Les quiero, en serio…”