Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz
Ante un Zócalo lleno en la Ciudad de México miles de fans ovacionaron a Silvio Rodríguez la noche de ayer 10 de junio, conmemorando esta fecha histórica conocida como el «Halconazo» miles acudieron desde todas las áreas geográficas circundantes vinieron de Neza, Ecatepec, Edo de México y desde las Alcaldías Xochimilco, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Azcapotzalco, Iztapalapa, Benito Juárez, Hidalgo, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztacalco entre otras.
Entusiastas, eufóricos en medio de la lluvia movidos por el recuerdo de aquel jueves negro 10 de junio de 1971 «El Halconazo» marcharon miles por las calles de la ciudad de México recordando ese fatídico evento que llenó de sangre el Casco de Santo Tomás a 51 años de sucedido y de ahí se fueron a acompañar a Silvio Rodríguez al Zócalo.
Y es que esa fecha histórica debe recordarse siempre en México, legado de lucha para las próximas generaciones. Según describe el periodista Miguel Concha este hecho como una masacre que sucedió en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, apenas tres años después de los hechos de Tlatelolco (1968) contra las y los estudiantes que comenzaban a movilizarse de nuevo por causas como la libertad política, la democratización del acceso a la educación, la autonomía universitaria, y un alto a la represión gubernamental, tan marcada en aquellas décadas. Quienes se movilizaron aquel 10 de junio de 1971 en las inmediaciones de la estación del Metro Normal fueron atacados de manera directa con disparos y varas de bambú, en una acción coordinada entre fuerzas policiales y los halcones, un grupo paramilitar integrado por elementos seleccionados por jefes del Estado Mayor Presidencial y personal del entonces Departamento del Distrito Federal. Se trató, sin duda alguna, de un crimen de Estado, que replicaba métodos represivos que con anterioridad se habían utilizado en contra de quienes se consideraban opositores políticos.
¡Y en el Zócalo, Vivir Quintana apareció en el escenario para abrir concierto entre vivas y loas!!!
Vivir Quintana referente de los Movimientos Feministas por muchas razones, autora de la «Canción sin Miedo» se ha convertido en un himno feminista y una consigna contra el feminicidio.
Representante de las nuevas generaciones que toman la estafeta del canto social, ese canto que expresa el sentir popular y lo convierte en himno inició la apertura con «Yo te espero» y terminó de una manera más que emotiva con su himno feminista.
Con gran sentimiento miles corearon su Canción sin miedo…
«Por todos los compas marchando en Reforma
Por todas las morras peleando en Sonora
Por las comandantas luchando por Chiapas
Por todas las madres buscando en Tijuana
Cantamos sin miedo, pedimos justicia
Gritamos por cada desaparecida
Que resuene fuerte «¡nos queremos vivas!»
Que caiga con fuerza el feminicida
Que caiga con fuerza el feminicida»
Despidiéndola con el grito:
«Qué vivan las mujeres, nos queremos Vivas»
Y finalmente apareció en el escenario en un ambiente cargado de euforia y alegría el máximo exponente de la Trova Latinoamericana Silvio Rodríguez en medio de una nutrida lluvia que cuál si fuera invitada a la celebración apareció con toda fuerza capaz de hacer correr a cualquiera, sin embargo el público permaneció inmóvil, estoico, asequible a la invitación de sacar de pronto la sombrilla, el hule, el impermeable lo que hubiera para atemporizar a la fuerte lluvia que arreció y duró horas.
Pero la fiesta no terminó, Silvio conocedor de las emociones que inspiran sus bellas canciones inició su Concierto haciendo alusión a este hecho histórico “El Halconazo” solidarizándose con el pueblo mexicano conminando a qué no se vuelva a repetir e inició con una canción «Yo te quiero libre» y otra haciendo vibrar los corazones y las voces presentes.
Dejó el recuerdo histórico con la canción «El Necio», que apenas el lunes pasado se la había dedicado al Presidente Andrés Manuel López Obrador en el Auditorio Nacional y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller la interpretó. Esta distinción la hace Silvio Rodríguez por segunda ocasión, la primera vez se la dedicó al Mayor Estadista del Siglo XX Fidel Castro Ruz y hoy se la dedica a nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador distinguiéndolo cómo el Mayor Estadista del Siglo XXI.
“Dicen que me arrastraran por sobre rocas
Cuando la revolución se venga abajo
Que machacarán mis manos y mi boca
Que me arrancarán los ojos y el badajo
Será que la necedad parió conmigo
La necedad de lo que hoy resulta necio
La necedad de asumir al enemigo
La necedad de vivir sin tener precio
Yo no sé lo que es el destino
Caminando fui lo que fui
Allá Dios que será divino
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví
Yo me muero como viví”
Y sin dar tregua la voraz lluvia cuál si fuera la misma oposición que quisiera ver amainado al pueblo en su deseo inquebrantable de seguir a su Presidente terminó el concierto con la canción que cimbró al Zócalo de la Ciudad de México «Ojala», salieron disparados como dice la canción, remojados más que eso totalmente mojados, el público asistente hombres, mujeres, jóvenes, niños hacia el metro u otro medio de transporte pero con el corazón vivo, alegre, dispuesto a dar el siguiente paso y continuar con la Cuarta Transformación de nuestro país… Todavía cantaleando
«Ojalá se te acabe la mirada constante
La palara precisa, la sonrisa perfecta
Ojalá pase algo que te borre de pronto
Una luz cegadora, un disparo de nieve
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte
Para no verte tanto, para no verte siempre
En todos los segundos, en todas las visiones
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones
Ojalá pase algo que te borre de pronto
Una luz cegadora, un disparo de nieve
Ojalá por lo menos que me lleve la muerte
Para no verte tanto, para no verte siempre
En todos los segundos
En todas las visiones
Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones»
