Por: Mariela González López
La pasión por la enseñanza-aprendizaje con niños y niñas es grande para el docente comprometido y profesional. Por una parte, porque el docente es feliz consigo mismo, sigue sus metas y sigue el ritmo de aprendizaje de su estudiantado. Por otra, le gusta su profesión, esta pasión la lleva consigo en la escuela con toda la comunidad, logra una sinergia con cada padre de familia para que haya progreso en cada educando. Además, logra que su día sea maravilloso, y para sus pupilos también. Motivar cada día al estudiantado es una tarea muy grande para el profesor, porque es una de sus virtudes de su labor, se prepara para que la enseñanza que da, sea innovadora y de gran valor para cada estudiante, así también lo que enseña es para la vida presente y futura. Por ende, si cada estudiante quiere regresar a la escuela con su docente, es porque el trato y lo que aprende es verdadero y lo está haciendo crecer en todos los sentidos del niño o de la niña.
Cada día es un nuevo día para cada docente frente a grupo, porque son muchos mundos que está conociendo y a cada uno se le da un trato digno. Cuando no lo es hay casos especiales que se deben dialogar una y otra vez. Por consiguiente, es fundamental que los lideres y padres de familia valoren al docente, por su gran labor y profesionalismo. Es decir que haya dialogo y respeto por ambas partes. Mas aun, cada padre de familia debe estar agradecido con cada uno de los profesores que les tocó enseñar a sus hijos por mucho o por poco avance. El agradecimiento hacer crecer la virtud del docente cuando se le agradece los pasitos que dan sus estudiantes en su vida escolar.
El docente de educación básica cuando es feliz con lo que hace, su presencia en las aulas y con la comunidad escolar es muy significativa y deja huella para seguir aprendiendo en todos los ámbitos escolares y de vida del estudiante, porque está consciente de la responsabilidad que tiene ante cada niño o niña a su cargo en un grupo. Es fundamental que el docente sea feliz y profesional en el aula para el progreso de cada niño y sea autodidacta para la mejora continua tanto en el trabajo como para el mismo. Por consiguiente, se cumplan los planes estratégicos de políticas educativas en el país.
Por último, es fundamental mantener a un docente feliz, porque así habrá mas casos de éxitos en cada grupo escolar y cada una de las aulas. Hablando de felicidad merecen todos los docentes aumento significativo de sueldo y ser dignificados ante toda circunstancia particular. Docente no olvides ser feliz, profesional, mantener el autocuidado, trabajar el optimismo y la voluntad en la enseñanza y vida.
¡Hasta pronto y sé feliz en tu día!
