Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz
Entre gritos y diferentes visiones de lo que es el feminismo, Domitila defendió su argumento…A eso iba, en la Tribuna del Año Internacional de la Mujer, organizada por las Naciones Unidas en 1975.
Madre de 11 hijos, y 7 sobrevivientes, esposa de un trabajador minero de Bolivia llegó a la Tribuna en representación del “Comité Amas de Casa del Siglo XX”, organización que agrupa a las esposas de los mineros productores de Estaño en Bolivia.
Única mujer de la clase trabajadora que participó activamente en la Tribuna…
Qué hable Domitila!!!
En la Tribuna aprendí mucho, aprendí a valorar la sabiduría de mi pueblo. Allí cada cuál se presentaba al micrófono y decía: Yo soy licenciada y represento a tal organización y bla, bla, bla, “Yo soy Maestra”, “Yo soy abogada”, “Yo soy periodista”, decía otra y pensaba y que voy a decir yo, me sentía un poco acomplejada y acobardada. E incluso no me animaba a hablar. Cuando por primera vez se me presentó el micrófono frente a tantos títulos, como cenicienta me presenté y dije: “Bueno yo soy la esposa de un trabajador minero de Bolivia” y me animé a plantear los problemas de Bolivia porque esa era mi obligación, e hice ver como nosotros vivimos totalmente dependientes de los extranjeros, para todo, cómo nos imponen todo lo que quieren, tanto económicamente como también lo cultural. (Viezzer, Moema,1980)
Y una señora que era la presidenta de una delegación mexicana, se acercó a mí. Ella quería aplicarme a su manera el lema de la Tribuna del Año Internacional de la Mujer que era “Igualdad, desarrollo y paz” Y me decía:
Hablemos de nosotras señora, olvídese usted del sufrimiento de su pueblo, por un momento olvídese de las masacres, ya hemos oído bastante de eso, hablaremos de usted y de mi… de la mujer, pues…
Entonces le dije…
“Muy bien, hablaremos de las dos. Pero, si me permite, voy a empezar, hace una semana que yo la conozco a usted. Cada mañana que usted llega con un traje diferente; y sin embargo yo no. Cada día llega usted pintada y peinada como quien tiene tiempo de pasar en una peluquería bien elegante y puede pagar buena plata en eso; y sin embargo yo no. Yo veo que usted tiene un carro esperándola a la puerta de este local para recogerla a su casa: y sin embargo yo, no. Y para presentarse aquí como se presenta estoy segura que usted vive en una vivienda bien elegante, en un barrio también elegante, ¿no? Y sin, embargo, nosotras las mujeres de los mineros tenemos una pequeña vivienda prestada y cuando se muere nuestro esposo o se enferma o lo retiran de la empresa, tenemos noventa días para abandonar la vivienda y estamos en la calle. (Viezzer, Moema,1980)
Ahora señora, dígame: ¿tiene algo semejante a mi situación?… Entonces de qué igualdad vamos a hablar entre nosotras. Nosotras no podemos ser iguales en este momento ¿no le parece? (Viezzer, Moema,1980)
En esas estaban cuando baja una mujer y le dice: ella es la líder de una Delegación de mujeres en México y tiene preferencia ¿Qué quiere usted? Y tuvieron un fuerte altercado de palabras qué este hecho le sirvió a Domitila Barrios de Chungara la oportunidad de subir a la Tribuna.
Ya qué tanto se cree usted, entonces súbase a la Tribuna” (Viezzer, Moema,1980)
Me subí y hablé.
Les hice ver que ellas no viven el mundo que es el nuestro. Les hice ver que en los años 70s en Bolivia no se respetan los Derechos Humanos y se aplica lo que nosotros llamamos “La ley del embudo” : ancho para algunos, angosto para otros. Qué aquellas damas que se organizan y aplauden a los Gobiernos tiranos tienen toda su garantía, todo su respaldo. Pero a las mujeres, amas de casa, que nos organizamos para alzar a nuestros pueblos, nos apalean, nos persiguen. Todas esas cosas ellas no veían. No veían el sufrimiento de mi pueblo…no veían como nuestros compañeros están arrojando sus pulmones, trozo más trozo en charcos de sangre…No veían como nuestros hijos son desnutridos. Y claro ellas no saben cómo nosotras, lo que es levantarse a las 4 de la mañana y acostarse a las 11 o a las 12 de la noche, solamente para dar cuentas del quehacer doméstico, debido a la falta de condiciones que tenemos nosotras. (Viezzer, Moema,1980)
Su participación tuvo repercusión internacional, irrumpió y cimbro la conferencia, denunció que la carta magna de las Naciones Unidas, firmada también por Bolivia, era aplicada solo para la burguesía y habló sobre la necesidad de rescatar la importancia de la lucha de la mujer. Ahí la líder minera afirmó que la lucha de la mujer no podía ser contra el hombre, sino contra el sistema de dominación económica, política y cultural de los pueblos. Para ella, el cambio debía darse mediante la igualdad de derechos de hombres y mujeres, acceso igualitario a la educación y al trabajo, para emprender una lucha en pareja contra la opresión y la dominación del capitalismo. La lucha debe ser conjunta de varones y mujeres contra el sistema de explotación laboral. (CNDH)
Dos alumbramientos frenados por la brutal golpiza militar
En 1967 fue acusada de enlace guerrillero e interrogada y torturada. Vivió los horrores de la noche de San Juan el 24 de junio de 1967 cuando los militares realizaron una masacre. El Gobierno del general René Barrientos intervino militarmente los distritos mineros para frenar una huelga y en la noche de San Juan acabó con la vida de decenas de hombres y mujeres en las minas de Catavi y Siglo XX, la indignación de Domitila, ante el hecho la llevo a la cárcel y le costó la vida de un hijo que murió al nacer en una sucia y sola celda, sin auxilio y víctima de las patadas y golpes de los militares que la detuvieron por insultarlos. (CNDH)
Años después los distritos mineros fueron de nuevo ocupados militarmente tras una huelga de protesta contra el régimen de Hugo Bánzer (1971-1978) y Domitila se refugió en una mina junto a los dirigentes del sector, pero tuvo que salir forzada por otro alumbramiento, esta vez de mellizos. Uno de ellos estaba ya muerto en su vientre, aparentemente debido a los gases tóxicos dentro de la explotación. (CNDH)
Domitila y su lucha social, derrocó al Dictador Hugo Bánzer
En 1977 cuatro esposas de mineros, realizaron una huelga de hambre, en el arzobispado de La Paz, con el objetivo firme de reclamar al gobierno de Banzer la amnistía a todos los presos políticos, liberación de los dirigentes mineros presos; el retorno a sus fuentes de trabajo a todos los retirados por motivos políticos sindicales. y el retorno a la democracia mediante elecciones generales. Domitila se sumó al ayuno y fue destacada su participación, unos días posteriores la siguieron miles de ciudadanos bolivianos en todo el país. La presión social e internacional logró que Hugo Banzer accediera a conceder la amnistía, y fue el puntapié inicial que devino en el quiebre de la hegemonía de la sangrienta dictadura militar de Banzer. (CNDH)
Eduardo Galeano escritor uruguayo la presenta así en “Memoria del fuego”:
Recuerdo una asamblea obrera, en las minas de Bolivia, hace ya un tiempito, más de treinta años: una mujer se alzó, entre todos los hombres, y preguntó cuál es nuestro enemigo principal. Se alzaron voces que respondieron “El imperialismo”, “La oligarquía”, “La burocracia” … Y ella, Domitila Chungara, aclaró: «No, compañeros. Nuestro enemigo principal es el miedo, y lo llevamos adentro». Yo tuve la suerte de escucharla. Nunca olvidé.
Domitila Barrios Cuenca –así se presentaba hacia el final de su vida, ya se había despojado del apellido Chungara de casada- falleció víctima de cáncer, el 13 de marzo de 2012 en Cochabamba, Bolivia.(CNDH)
El Gobierno del presidente Evo Morales decretó tres días de duelo por la muerte de la líder minera; la ministra de Comunicación, de ese entonces, Amanda Dávila, la calificó como “una de las más importantes representantes de la lucha por la democracia en Bolivia”. (CNDH)