Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
Comúnmente, pero sobre todo en estas fechas, resurge con más ahínco la pregunta de los alumnos y alumnas dirigida a las maestras sobre su maternidad, dependiendo el nivel educativo en que enseñen, los estudiantes lo hacen de manera inocente o tierna, mientras que otros lo harían para saber si el 10 de mayo no tendrán clases; pero sea cual sea la motivación, el llamado a la reflexión, comprensión y empatía para las docentes debe ser considerado.
La doble labor desarrollada por las mamás maestras, en las que por un lado, deben atender a sus hijos e hijas y por el otro, buscar las mejores maneras para que el proceso enseñanza-aprendizaje sea fructífero, es sin duda, digno de reconocerse. Para nadie es un secreto que la función paterna es fundamental para el desarrollo de los menores, sin embargo, en quien primordialmente recae la atención, cuidado, dedicación y ocupación para su descendencia es en las madres de familia.
Bañar niños, alistarlos, preparar desayuno, salir corriendo, dejarlos en la escuela mientras al conducir se maquillan y embellecen aún más, llegar al centro de trabajo docente y prepararse con su mejor sonrisa y pose para atender a los y las estudiantes no son cosa menor, solamente lo hacen quienes tienen la capacidad innata de mover al mundo con sus acciones y delicadas funciones.
¿Descansar para una maestra-profesora? Ni pensarlo, al salir de sus ocupaciones laborales, los papeles no cambian mucho: pensar y repensar en la comida que les darán a sus vástagos, recogerlos de su escuela…atender a padres de familia y alumnos fuera de horario… preparar los alimentos mientras pide a sus hijos que no peleen… seguir atendiendo a padres de familia y alumnos fuera de horario… llevar a sus hijos a sus actividades extraescolares, al partido, al ensayo, al entrenamiento o al médico… continuar atendiendo a padres de familia y alumnos fuera de horario… ayudar a los niños a hacer su tarea, la maqueta, la presentación, en fin, todo con el súper poder de ser mamás.
Titánicas las actividades realizadas por las maestras-madres de familia y todavía se atreven (algunos inconscientes y descerebrados) a cuestionar el porqué se les da el día, que en mayo son muchas las suspensiones y pues que deben atender sus clases; pareciera que no, pero sí los hay.
A todas ellas, en quienes se deposita la trascendental función de educar niños propios y ajenos, a quienes sí se cansan pero que deciden no aparentarlo sacando fuerzas de flaqueza, a ellas que lo mínimo que esperan es comprensión y empatía, que con palabras de aliento quizá baste para seguir su esforzado trayecto, a quienes entregan no lo que les sobra, sino lo que tienen para el bien de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes…con profundo agradecimiento, consideración y respeto, espero que pasen un merecido y ¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!