Por: Profr. José Luis Fernández Madrid
Muchas cosas habrá que mejorar en la relación obrero-patronal entre el sindicato de la sección 42 y Gobierno del Estado; anclarse en el pasado remoto o en el pasado reciente será demasiado ocioso y una verdadera pérdida de tiempo, lo urgente es reestablecer los mecanismos para la obtención de nuevos beneficios o bien la conservación y mejora de los que ya se tienen.
La configuración de un nuevo Comité Seccional obliga a plantearse retos, cumplir expectativas y hacer realidad todo lo que en campaña fueron promesas y propuestas. Aún y con la nociva inclusión de personajes detestables para la base magisterial por su nocivo pasado por su omisión y /o inacción al formar parte por décadas de los distintos CES y mismos que aprovechándose del estatuto y de los recovecos de la norma se incrustaron desleal, antiética y de desaseada manera, la esperanza es que con liderazgos emergentes, la vida del SNTE siga vigente, se fortalezca y genere confianza de un futuro prometedor.
Nadie en su sano juicio desea que al gremio magisterial le vaya mal, cualquier docente o personal educativo bien nacido espera que la organización sea lo que desde el nacimiento de su constitución se proyectó: una entidad que defienda, sin reparo y valentía, los derechos de sus agremiados.
Para ello se requiere de todos, despojarse de inactividades, seguir siendo actores pensantes, críticos y analíticos de los aconteceres sindicales, dejar de lado la apatía o el desinterés, que a nadie asuste la diversidad de las ideas, salvo a aquellos obtusos y fanáticos que se atreven a defender lo indefendible y que no tienen empacho en evidenciar públicamente sus carencias intelectuales.
Mencionar que existen en el comité entrante personajes apadrinados por sujetos de negra memoria definidos por una normatividad que definitivamente hay que cambiar para evitar burlas a la inteligencia, traiciones y pérdidas de dignidad para ocupar cargos que les corresponden a otras personas, no es estar en contra del deseo de apoyar las decisiones y determinaciones que se tomen en beneficio de la base; es simplemente manifestar el repudio, el rechazo y la necesidad de advertir de que estos sujetos sin escrúpulos serán los primeros en convertirse en esquiroles dada su fácil tendencia a acomodarse a sus intereses personales, tal como se han desnudado hasta el momento.
Hay muchas personas dispuestas y preparadas a darle rumbo y destino a la sección 42, de eso ni duda cabe; convocarlas, conjuntarlas y darles la oportunidad para que de manera horizontal y democrática participen en la toma de decisiones es una primer y permanente tarea que tendrá el Secretario General y su equipo de trabajo.
Larga vida a la sección 42.