– Los próximos 53 agentes de manera voluntaria pintaron el lugar para mejorar la calidad de vida de las usuarias
Los 53 cadetes de la Policía Municipal que este lunes se convertirán en miembros oficiales de la corporación, acudieron de manera voluntaria a pintar el albergue ubicado al sur de la ciudad, donde hospedan a niñas y adolescentes vulnerables, a fin de que éstas cuenten con instalaciones dignas y presentables para un mejor desarrollo emocional.
Gracias a una donación de materiales y pinturas para mejoras del lugar, los futuros policías, que a partir del martes empezarán a patrullar las calles de la ciudad y quienes contarán con especialización en atención a la violencia familiar, se unieron para realizar esta loable labor en favor de las pequeñas, pertenecientes a distintas etnias indígenas de la casa de cuidado San Vicente de Paul.
La psicóloga Rocío Salazar, quien colabora también como personal voluntario desde hace varios años en el área psicológica y terapéutica, dijo sentirse sumamente agradecida con los cadetes por el apoyo recibido y con quienes ya había trabajado días atrás por medio de un curso que les impartió sobre el manejo del estrés al que se enfrentarán en sus labores diarias.
Además de esta acción y como parte del compromiso social que distingue a la dependencia municipal, durante su formación los cadetes realizaron diversas labores en beneficio de personas vulnerables y en favor de la comunidad.