Por: Rosalío Morales Vargas
A fuerza de tesón irrumpen en la escena,
caminan desde lejos,
desde tiempos remotos sin historia
en marcha contra el viento;
subversiva la voz, enhiesta la mirada
en agrestes terrenos cenicientos
hilvanan las mujeres sus redes libertarias,
tejen un sueño.
Acostumbradas a bregar entre la niebla
y en parajes siniestros,
en litorales de salitre emponzoñado
desafían al desprecio,
sin temerle a borrascas y naufragios
navegan con empeño,
buscan señales para ambientes solidarios,
no admiten convertirse en frágiles objetos.
Mujeres sufragistas, mujeres partisanas,
maestras insurgentes fundidas con el pueblo,
mujeres proletarias, mujeres campesinas,
mujer trabajadora en pos de un mundo nuevo,
mujeres que derriban reductos patriarcales
han derrorado al miedo,
tremolan en lo alto su estandarte,
sororidad hospedan en el pecho.
Van contra impunidades y violencias
con pies ligeros,
sin esperar que amaine la tormenta
enfrentan misoginia y al mal tiempo,
no descansan mirando el horizonte
allá a lo lejos,
con saetas de aurora taladran las tinieblas,
luces de rebeldía iluminan los senderos.