Por: Mtra. Rosa Lilia Cardona Muñoz
“El futuro de 1000 millones de niños y jóvenes en el mundo están en riesgo. A menos que se les permita regresar a la escuela y se encuentren maneras de remediar los efectos de la interrupción de las clases, el COVID 19 no sólo ha destruido expectativas, también ha generado incertidumbre y más aún el mayor daño provocado por esta pandemia es la pérdida de aprendizajes sufrida por los escolares. Al cabo de una década, tal vez podremos mirar atrás y descubrir que la mayor pérdida permanente se pudo prevenir. Debemos actuar ya y evitar los daños irreversibles de generaciones perdidas”. Así lo manifestó Jaime Saavedra Director Global de Educación del Banco Mundial. Otro especialista del Banco Mundial Inderit Gill dice que el cierre de escuelas es “un impacto parecido a una bomba que destruye un solo capital: el humano, es comparado con un voraz incendio forestal que hay que apagar y la única solución es el regreso a clases presenciales”.
Y es que a gritos están pidiendo padres de familia, maestros y estudiantes de todos los niveles dentro de la Asociación #AbreMiEscuela, organización nacional a los gobiernos estatales, clases presenciales.
Con presencia en la ciudad de México, San Luis Potosí, Cancún, Querétaro, León, Monterrey y Chihuahua los padres de familia se unieron en movimiento para exigir el regreso a clases presenciales con todas las medidas de seguridad. Hasta el 15 de marzo el movimiento tenía representación en los 31 estados, 4 asociaciones de escuelas, más de 520 escuelas con más de 170 mil alumnos y 31 empleados.
¡Ya NO más computadoras, celular o televisor en casa es el grito que miles de padres exclaman…Queremos clases presenciales ya!!!
“En Estados Unidos, los estudiantes regresaron a clases el pasado otoño con un tercio menos de aprendizaje en lectura durante el año académico de 2019-20 en comparación con el nivel que normalmente deberían tener.
En numerosos países con cierres de escuelas prolongados, los estudiantes asisten a un curso sin haber comprendido ni siquiera una pequeña parte de lo que se les enseñó en el curso anterior. Si los niños no se ponen al día, en particular los de los primeros grados, donde las pérdidas son mayores, con el tiempo podrían incluso abandonar la escuela”. (Saavedra)
Muchos países europeos y de Asia oriental reabrieron las escuelas de manera relativamente rápida, conscientes tanto de los costos evidentes para los niños… En muchos países de Asia meridional, América Latina, Oriente Medio e incluso en Asia oriental, los cierres de las escuelas se mantuvieron por períodos excepcionalmente prolongados.
Saavedra expresa: “Los Gobiernos en todo el mundo destinarán este año alrededor de 5 billones de dólares a la educación en los niveles de preescolar, primaria y secundaria. Pero la actual generación a dos años de la pandemia podría perder el doble o el triple de esos ingresos por el rezago educativo y la deserción escolar”, millones de niños y jóvenes estarían sentenciados a ser parte de la mano de obra barata con ingresos mínimos.
El analfabetismo y el grado de estudio sería cada vez menor en promedio, carne de cañón para la maquila, el grado de especialización sería cada vez más lejano con la consecuente precariedad socioeconómica, a menos que todos los niños y jóvenes regresen a la escuela, permanezcan en clases y recuperen los elementos pedagógicos perdidos.
La mayor parte del impacto será para los niños y los jóvenes que tenían entre 4 años y 25 años en 2020 y 2021, generándose una enorme desigualdad intergeneracional. No asistir a la escuela por un período tan extenso implica que los niños no solo dejan de aprender, sino que también tienden a olvidar mucho de lo que han aprendido. A fines del 2020, el Banco Mundial estimó que una ausencia de siete meses de la escuela incrementaría el porcentaje de estudiantes con pobreza en aprendizajes de 53% a 63%. Otros 7 millones abandonarían la escuela, la pobreza de aprendizajes puede llegar al 70%.
¡Pérdidas de generaciones por el cierre de escuelas!!!
Económicamente hablando los que menos tienen son los que soportan las mayores pérdidas ya que su oportunidad de mantener su aprendizaje a distancia es limitada. El acceso a internet es deficiente sólo la mitad de los estudiantes en los países de ingreso mediano y sólo una décima en los países pobres tienen acceso a la web. El internet, la TV, la radio han ayudado, pero no pueden reemplazar la educación presencial.
El cierre de escuelas recrudece la pobreza, la violencia intrafamiliar y la igualdad de oportunidades, “hay evidencia de pérdida mucho mayores de oportunidades cuánto más bajo es el nivel socioeconómico”.
La escuela formal a pesar de sus limitaciones en los países pobres es el principal mecanismo para igualar oportunidades. Para innumerables niños y jóvenes la escuela es el único espacio seguro de estimulación, socialización y aprendizaje significativo; ahora que las escuelas están cerradas esas oportunidades se han perdido, para los más afortunados económicamente hablando esas condiciones incluían internet, acceso a libros, un espacio para trabajar y padres o tutores que los orientaran, para los pobres esta pandemia implicó deserción escolar por falta de internet, libros y atención personalizada porque sus padres tenían que ir a trabajar, cientos de niños tuvieron que enfilarse a la actividad de la economía informal abandonando sus estudios y la oportunidad de desarrollo académico.(Saavedra)
Por lo que el regreso a clases se vuelve impostergable una necesidad social, así lo externaron el día de ayer padres de familia, alumnos y maestros en las inmediaciones de la Plaza del Ángel frente a palacio de gobierno para exigir la reapertura de las aulas en la modalidad presencial ante la negativa del Gobierno Estatal de mantener las escuelas cerradas.
“Las escuelas deben adaptarse a las necesidades de la nueva realidad social”.
#Abre Mi Escuela Ya!!!