Por: Mtra. Erika Gabriela González Gaytán
Pareciera que al Prof. Ever Avitia las últimas dos grandes reformas educativas le han pasado de noche, 2013 que acabó de golpe, entre otras cosas, con los logros del gremio Sección 42 y, 2019 que no hizo justicia sustancial al Magisterio Nacional, pues quitar lo punitivo a la evaluación era lo mínimo por hacer.
¿Acaso el Secretario General de la Sección 42 del SNTE apenas se da cuenta de todas las posibles y obvias implicaciones que rondan a la «disponibilidad presupuestal» a la que se sujeta la asignación de los incentivos?, y que por cierto se reitera textualmente una y otra vez en la Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (LGSCMM) publicada desde el 30 de septiembre de 2019.
Ni hablar de la plaga de irregularidades que se tienen que sortear cada que se intenta participar en alguno de los procesos coordinados por la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) y que tanto autoridades de educación como sindicales en el estado se han dedicado a ignorar en detrimento de los participantes.
Si en verdad quisiera el Prof. Avitia preveer o hacer algo lo hubiese hecho desde hace ya mucho tiempo, simplemente en cumplimiento de sus obligaciones estatutarias: estudio, defensa y mejoramiento de los intereses comunes; defensa de los intereses y derechos laborales, sociales, económicos y profesionales de sus representados, establecidas en el Estatuto del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, así como en la Declaración de Principios del SNTE.
En fin mucho por hacer en este y tantos otros temas de interés magisterial, pero que no se nos pase ante la indignación, el justo reconocimiento y felicitación a todas y todos nuestros compañeros que participaron en el proceso de promoción horizontal, que eso ya de por sí es una proeza, a quienes obtuvieron los puntajes más altos y a quienes fueron por ello de los (lamentablemente pocos) beneficiados con la asignación de incentivos, compañeras y compañeros son ustedes un ejemplo y orgullo para todos nosotros y para la sociedad.
Y que no se nos olvide tampoco lo que a nosotros toca, agremiados a la sección 42 del SNTE, construirnos como un gremio corresponsable, que cumpla con el deber moral de seguir luchando por una digna representación de nuestros intereses, individuales y colectivos, una representación que trabaje con ética y responsabilidad por la igualdad, la equidad, por oportunidades salariales, profesionales y laborales asequibles para todos.
