Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador sostuvo que no se debe “penalizar” a los consejeros electorales que acordaron aplazar la consulta de revocación de mandato, decisión que posteriormente fue revertida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Cuestionado sobre la postura de los integrantes del órgano electoral, quienes calificaron como persecución política la denuncia presentada por el presidente de la Cámara de Diputados, el morenista Sergio Gutiérrez Luna, ante la Fiscalía General de la República, contra quienes votaron por aplazar la consulta, el mandatario indicó que “debe ser la Corte, el Poder Judicial, tanto el Tribunal Electoral como el Poder Judicial, el que resuelva, no penalizar nada”.
Al ofrecer su opinión como ciudadano, ya que, dijo, se trata de un asunto entre el Poder Legislativo y el Judicial, evaluó que “lo demás (recurrir a una denuncia penal contra los consejeros) no lo considero conveniente, pienso incluso que sirve para que tengan más excusas los consejeros y demoren más el proceso y no cumplan con su responsabilidad”.
En tanto, como Presidente expresó que le da gusto que la consulta continúe y defendió que se trata de un ejercicio de democracia participativa, e insistió que el proceder de los consejeros fue “un error y lo tendrían que reconocer, porque se opusieron a un mandato constitucional y actuaron de manera antidemocrática, pero en política hay que saber rectificar, no caer en la autocomplacencia, no aferrarse”.
De acuerdo con el artículo 64 de la Ley Federal de Consulta Popular, para que sea vinculatorio y se acate lo que la mayoría de la población decida es necesaria la participación de al menos 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista de electores.
López Obrador reiteró que si no se alcanza dicha participación, pero la mayoría de quienes voten se inclinan por que no continúe en el gobierno, “me voy, ¿por qué?, porque no se puede gobernar sin el apoyo, sin el respaldo del pueblo y menos cuando se está llevando a cabo una transformación. Si no tiene uno el apoyo del pueblo, no puede uno hacer nada, lo tumban a uno”.
A la vez, llamó a modificar la legislación para reducir el umbral a 30 por ciento de participación para que sea vinculatorio. Con ejercicios como éste, añadió, se reafirma que el pueblo es soberano y “el que manda”. También ayuda “para que nadie se sienta absoluto en ningún nivel de la escala. No te creas mucho, porque puede haber una revocación de mandato y te podemos hacer a un lado porque te estás portando mal”.
Agregó que “hay algo también que es a lo que los conservadores, a los fifís, no les gusta, porque los conozco bien –te conozco bacalao, aunque vengas disfrazado–, lo que no les gusta es que sea el pueblo el que mande, porque ellos se sentían los dueños de México”. Aseveró que eran los potentados los que decidían junto con los “intelectuales alcahuetes”, a los que definió como alguien “palero, lambiscón, barbero y adulador”.
La Jornada.