Carta abierta: Alza la voz docente y exige a autoridades paguen ya a maestr@s noveles estatales tras siete quincenas de adeudo; No contamos ni para poder celebrar dignamente Navidad con nuestras familias, lamenta

Chihuahua, Chih.- A través de una carta abierta hecha llegar a El Puntero un joven maestro toma la voz de cientos de compañeras y compañeros para hacer del conocimiento de la sociedad la situación –lamentablemente recurrente año tras año, administración tras administración- de las maestras y maestros noveles del subsistema estatal que llevan sin cobrar un solo peso desde que empezaron a trabajar en este ciclo 2021- 2022, muchos de ellos desde el mismo primer día, el 30 de agosto. En muchos casos, un adeudo de salario que alcanza ya las siete quincenas, al que se suma el aguinaldo y otras prestaciones, que conlleva en cada caso una penosa situación que va desde no poder pagar la renta en el lugar donde tuvieron que aceptar una plaza para iniciar a desempeñar su vocación por la enseñanza, o los desplazamientos a sus casas, o como relata el maestro en cuestión la imposibilidad de poder celebrar una Navidad medianamente digna con su familia por falta de recursos y la negativa de la autoridad a pagarles tan siquiera un adelanto o una parte. Es por ello que pide la empatía de las autoridades para que les paguen lo que por derecho y esfuerzo les corresponde, y que pongan fin de una vez a este problema enquistado que año tras año echa por tierra la moral de muchos maestros jóvenes que llegan con toda la ilusión a desempeñar y cumplir con su vocación con la enseñanza.

A continuación la carta abierta del profesor, quien por miedo a posibles represalias solicitó no publicar su identidad:

“Recurro a este medio de comunicación tomando la voz de mis compañeros y compañeras maestras de nuevo ingreso, quienes este año hemos tomado parte de los procesos de admisión al servicio profesional docente. Somos un amplio número de maestros quiénes laboramos en el subsistema estatal en el estado de Chihuahua y durante los meses que han trascurrido en el presente ciclo escolar hemos estado atendiendo a los niños y niñas chihuahuenses en cada uno de nuestros centros de trabajo.

Somos muchos los maestros de educación básica que hemos sido asignados a plazas temporales y definitivas, acudiendo a laborar diariamente, hemos dejado nuestros hogares e incluso viajamos todos los días a nuestros centros de trabajo, para poder cumplir con nuestra obligación; desempeñando uno de los trabajos con mayor trascendencia en el futuro de nuestra sociedad, pues junto con las familias, contribuimos a formar en valores a aquellos niños y niñas que el día de mañana serán el futuro de nuestra entidad.

Creo firmemente que más allá de la vocación al servicio y nuestro amor por nuestros trabajos, somos también empleados del gobierno del estado y aunque entendemos la situación financiera de nuestra entidad hoy manifestamos nuestro hartazgo de una situación de despotismo, solicitamos que se respeten nuestros derechos laborales básicos, es decir, el pago puntual de nuestros salarios que en muchos de los casos se han retrasado por más de tres meses, el pago de nuestros aguinaldos y demás prestaciones que por ley nos corresponden.

Pesé a estar realizando nuestro trabajo a cabalidad no hemos recibido ningún pagó, lo que violenta nuestros derechos como trabajadores y como personas, además limitan nuestro desarrollo socioeconómico, ahora que las fiestas decembrinas están próximas no contamos con recursos para poder celebrar dignamente con nuestras familias y lo único que se limitan en las dependencias encargadas es a decirnos que a nosotros no se nos ha autorizado el pago ni siquiera un adelanto de lo que se nos adeuda.

Nosotros los maestros «noveles» entramos al servicio llenos de sueños propios de la juventud que ahorita se ven frenados por falta de nuestros salarios, somos jóvenes, llenos de ganas de enseñar y aprender y sobre todo dispuestos a esforzarnos para desde nuestra tarea contribuir a mejorar el camino de nuestra entidad desde los niños presente y futuro de la misma.

Esta situación es un claro atropello al estado de derecho y a las leyes emanadas de nuestra Constitución que hoy por hoy, al igual que todos los años se ven pisoteadas, sin pasar por alto el impacto emocional que muchos de mis compañeros tienen al verse pasar las festividades decembrinas sin dinero y viendo crecer deudas que de tener su salario como marca la ley no estarían agobiándonos.”