Ciudad de México.- Sin aglomeraciones de vehículos en Viaducto Miguel Alemán, Canal de Churubusco y Avenida del Añil, sin filas interminables para el acceso y con un control de sanidad en el que a los asistentes se le solicitó una prueba de antígenos negativa (de no más de 72 horas) o su certificado de vacunación completo contra covid-19 fue como arrancó la primera jornada de la edición 11 del Festival Corona Capital.
Después de que en 2020 el festival no se llevó a cabo por la contingencia sanitaria, ayer 59 mil 500 personas se dieron cita en la curva cuatro del Autódromo Hermanos Rodríguez para reactivar los festivales de música masivos.
Era el mismo festival de años atrás, pero se sentía diferente desde antes de ingresar a las instalaciones. Por primera vez las filas en los coches o caminando no les llevaba a los asistentes más de 10 minutos de espera y en los torniquetes de acceso, a pesar de que cada una de las personas pasó los filtros sanitarios, entraban sin prisa mostrando los documentos que le solicitaban y portando un sinnúmero de diseños de cubrebocas. Se detenían un poco para tomar gel antibacterial que el festival ofreció en los diferentes dispensarios colocados alrededor de todo el espacio.
Sí, estaban los tradicionales Food Trucks, y sí, también la zona gourmet, pero era menor el número de stands que en otros años; también faltaban las torres de vigilancia que cada año la Secretaría de Seguridad Ciudadana colocaba. Sólo había elementos de seguridad a pie dando vueltas por todas las zonas.
Eso sí, una vez dentro y con bebida en mano, los cubrebocas se convirtieron en un estorbo. Si bien la gente no los tiró, muchos se los quitaban.
Tras un retraso de más de una hora, anunciado por los organizadores, LP llegó al escenario Doritos donde con su cadenciosa voz y una presencia que deja poco espacio para la crítica. Ella, con un atuendo rojo en piel y con una actitud que terminaba con la poca lluvia y el frío dio paso a los temas de su producción Churches, incluido Angels, su reciente sencillo.
«Hace algunos años fue la última vez que vine y no puedo con la emoción que siento de estar aquí esta noche, otra vez, de verdad gracias”, dijo LP, quien imprimió toda su energía y amor a lo largo de 60 minutos. Su tema más esperado fue Lost On You.
Por la noche hubo un bajón tremendo por la cancelación de Disclosure. Mala onda para la banda que asistió a verlos sólo a ellos. Pero bueno, Turnstile aportó. En el escenario Corona Cero se perdió el miedo al covid. Los fans se veían un poco timoratos. Si ya estaban bien puestos, ¿qué más daba empezar el relajo? Holiday y T.L.C. fueron irresistibles. Meterse al mosh con cubrebocas fue mera precaución y pronto desaparecieron por lo difícil de respirar. Era la primera vez del grupo en México y los que llegaron a verlos hicieron lo necesario para convencer a otro promotor y a la misma banda de regresar con otro show en solitario. Cumplieron y, a los que nos late esa onda del pop punk, nos mandaron calientitos a fresear con All Time Low.
La última vez que vinimos había sólo mil personas, ahora son demasiados, ¿de dónde salieron?”, dijo Alex Skasgarth, el vocal. Toda la banda es originaria de Baltimore y llevan el espíritu del equipo de la NFL de su pueblo, los Ravens. Dan todo lo necesario y se exigen de más, si no pregúntenle a Jack, el guitarrista que sintió el rigor de la altura de la CDMX después de tocar Lost in Stereo y One in a Lifetime.
Estaban maravillados con ver a cheleros y palomeros pasar entre la multitud.